Ha pasado un año de eso y seguramente el secretario no tendrá tiempo para reponerse del susto que le dieron el martes el grupo de desalojados de El Texcal, cuando ya se ve obligado a sacar su traje de plumas y su tambor presuntamente prehispánico (ya que no encontró ningún teponaxtle a la mano) para tratar de repetir el numerito y con algunas lluvias atípicas apagar los basureros que arden por todos lados. En Xochitepec, Puente de Ixtla, Amacuzac y en general en todos aquellos lugares donde algún ex alcalde tuvo la enorme idea de resolver el problema del confinamiento de basura con el primer terreno que tuvieron a la mano.
Todos los que hicieron semejante acción deberían ser castigados, pero como eso no ocurrirá nunca en Morelos, desde aquí lanzamos una convocatoria para acudir a presenciar la frenética danza de la lluvia que ejecutará el biólogo encargado del medio ambiente morelense. Entre más gente acuda a darle apoyo moral, más ganas le pondrá al asunto de la danza.
Y es que si cae un poco de lluvia, dispondrá de tiempo para buscar alguna salida técnica a ese problema... que se dejó sin atender durante un año entero.