Se encontraba dentro del palacio de gobierno y yo afuera, en la calle de Galeana. Y estaba total y completamente seguro de que no había peligro para mi, allí y en los alrededores, porque había suficientes policías uniformados y armados con rifles que cuidaban el entorno.
Sólo un delincuente muy tonto se acerca a la zona donde el secretario de Seguridad Pública se pasea. Lo voy a invitar a mi colonia, porque entre guaruras y uniformados que lo cuidan, pues inspira respeto y temor.
Lástima que no pueda multiplicarse y aparecer el mismo tiempo en los 33 municipios, porque así todos los ciudadanos estaríamos a salvo.
Sé que el miedo no anda en burro, pero también que la SSP no está precisamente rebosando de personal, por lo que lo mejor sería no hacer ese derroche. Que se quede todo el día encerrado en la sede de la secretaría, la famosísima torre Morelos estradista, porque allí no requiere de tantos cuidadores. Que los use sólo para salir a descansar. Y que , por supuesto, no descanse demasiado.
Todo lo que hace y deja de hacer es primordial para la entidad. Así es que se pasea por todas las colonias o se encierra en su oficina. Pero le vuelvo a reconocer que ayer, en el centro de Cuernavaca, me sentí seguro.
El Poder y La Gloria
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Seguridad
Ayer a eso de la tarde me dije a mi mismo: saber que Capella está cerca me da confianza y absoluta seguridad de que nada me pasará. Pero porque realmente él estaba cerca de donde me encontraba.
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