Por eso siempre dudé de la motivación real de un encuentro infantil por el medio ambiente que cada año realizaban. Creo que lo promocionan como CIMMA, cuyos beneficios sociales eran pocos pero seguramente gozaba de un buen presupuesto.
Lo malo es que en una administración distinta se empeñan en mantener esa actividad y hasta con el mismo nombre. Debe ser interesante para los niños que participan, pero casi puedo asegurar que en realidad son sólo el pretexto. Ese dinero debería primero precisarse y luego ir a dar a cosas más reales, para que deje de ser un gasto inútil. O casi.
En cambio no será inútil el "encuentro Internacional de la Izquierda democrática", porque le permitirá a los "chuchos", a las tanias, y a los abeles (los primeros, en referencia los que mandan en el PRD nacional, la segunda por la dirigente del PT y la última, por Abel Espín, la cara visible -que no el líder- del perredismo local) saber que lo que ellos anuncian como propio no es una fantasía y que seguramente existe en alguna latitud.
También servirá para que esas personas descubran que administran todo menos un partido de izquierda. Dudo que conviertan sus organizaciones en izquierdistas, pero por lo menos podría motivarlos a cambiarles de nombre, por otros más exactos (ya tengo varias sugerencias, por cierto, pero esta columna es para todo público y entonces no las puedo proponer. Lástima) y con eso quitarse de la conciencia tantos pecados como los que ahora los atormenta.
En fin, ese congreso servirá para que al menos de oídas los morelenses sepamos que ese concepto tan promocionado (izquierda, y además democrática) quizá exista en algún lugar del planeta. Y no sólo es lo que nos venden: un cuento chino.