Resulta que ya había escrito aquí que Fernando Martínez Cué, ex de muchas cosas, sólo me saluda en temporada electoral. Fuera de esas épocas, soy invisible para sus ojos.
Pues bien, así como en Estados Unidos usan una marmota para determinar si la primavera se acerca o aún quedan muchos días de invierno, así yo, con la prueba irrefutable, puedo decir lo que señalo líneas arriba, porque ayer me saludó Fernando Martínez Cué.
Efectivamente, ninguna ley dice que sea tiempo de elecciones, pero él sabe más que yo. Definitivamente.
La falta de leyes secundarias para la reforma electoral hace posibles todos los escenarios, incluido el de que a nadie castiguen por promoverse antes.
Espero que esto que diga no sea pretexto para que se desboquen aquellos que disimulan no tener intenciones mientras realizan una descarada precampaña, olvidados del viejo refrán de que del plato a la boca se cae la sopa.
Por lo pronto, puedo reafirmar ese dato.
Aclaro que el síndico de Cuernavaca fue un hombre muy cordial y educado, con el que da gusto platicar, como cada tres años.
Ojalá, amigos políticos, esa información les sea de utilidad. de nada.
El Poder y La Gloria
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Comienzo de temporada
Señoras y señores: con la mayor solemnidad anuncio que ya estamos en tiempos electorales. Me consta. Lo comprobé plenamente ayer.
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