Y es común que por las noches, al regreso, al menos un accidente -de distinta gravedad- haya ocurrido en el recorrido habitual.
Supongo que eso habla de una carencia de cultura cívica en quienes manejan un vehículo de motor, que se suma al excesivo consumo de alcohol y el gusto por combinarlo con el volante.
Atropellamiento de peatones y motociclistas, alcances (choques con la parte trasera de otro vehículo) volcaduras por exceso de velocidad y otras conductas enlutan con excesiva frecuencia más de un hogar.
Los accidentes viales desde hace tiempo han sido señalados como un problema de salud pública, pero no se ha hecho lo suficiente y por eso se han multiplicado.
Por eso al menos las autoridades deberían usar el poder hipnótico de la televisión para promover mejores formas de conducir. Si sale en la tele todo mundo obedece, por lo que no es mala idea poner pequeños anuncios que expliquen cómo hacer las maniobras en las que hoy se falla.
Cómo rebasar, cómo tomar una curva, en qué condiciones deben estar las luces o cualquier otro tema serán bienvenidos.
Y la gente, repito, si lo ve en la televisión- seguramente asumirá las conductas sugeridas, tal y como asimiló las claras instrucciones para dedicarse de lleno al relax y a disfrutar del futbol, y de todo lo que se vende durante sus las transmisiones.
El Poder y La Gloria
Lectura 1 - 2 minutos
Para aprovechar
En mi viaje al trabajo, un trayecto de alrededor de 50 kilómetros, ayer fui testigo de la menos tres maniobras peligrosas, muy arriesgada, de conductores que se imaginaban tener la carretera para ellos solitos.
Inicia sesión y comenta