Para que se aclimate a donde ahora vive, de vez en cuando la saco a pasear. Y no deja de sorprenderme que cuando pasamos cerca de un edificio público se pone toda nerviosa, como si no quisiera entrar por miedo a que le peguen la sarna o algo peor.
A veces por las noches al llegar la he visto en la misma habitación donde está la tele. Y noté que su reacción es dificil de explicar cuando en el aparato pasa alguna noticia que tenga que ver con declaraciones de políticos que hablan de salvar al país.
Debieron haberla visto cuando más de un legislador federal hablaba de "las bondades" de la "reforma energética", como llamaron los políticos corruptos al regalo que le han hecho a las grandes empresas extranjeras, que ahora se han quedado con el petróleo de los mexicanos y con la posibilidad de obtener toda la tierra necesaria para sus sucios planes.
Bambina, después de oírlos hablar en el canal donde gritan las noticias, salió al jardín y vomitó.
Y no creo que hayan sido las croquetas o porque comió hierba. No, fue otra causa de sus ascos.
Creo que amerita vigilarla con atención.
El Poder y La Gloria
Lectura 1 - 2 minutos
Más de la Bambina
Ayer les platiqué de Bambina, la extraña gata que hace algunas semanas se entrometió en mi vida y que, aparte de su gran capacidad para hacerse entender y decir lo que quiere, tiene las mismas características del resto de los felinos: no se siente mascota, sino dueña de la casa. Y el resto de los inquilinos somos sus sirvientes. Pero fuera de ese "pequeño" defecto, es rara.
Inicia sesión y comenta