Quizá se trate de que por falta de tiempo no he tenido la oportunidad de colocar en mi feis las imágenes del animalito en cuestión, pero ya habrá oportunidad para que la conozcan y se enteren de la forma en que se expresa (a través de sus gatunos métodos) de lo que pasa a su alrededor.
Mientras debo desviar un poco el tradicional contenido de esta columna para abordar un tema que a nadie la importa, ocupados como están en decir, a 31 días de aquello, que "no era penal", y otras cosas banales del mismo tipo.
Ocupados con el futbol y otras cosas, mis paisanos no han visto, o no han querido, como los políticos decretaron la destrucción y venta del país, que comenzará a ocurrir dentro de poco, a través de la mal llamada reforma energética.
Y si no ven eso que está frente a nuestras narices, menos ven el salvajismo de la llamada guerra en Gaza, que es un ataque indiscriminado contra la población civil de los territorios palestinos con el pretexto de combatir a las facciones extremistas que lanzan cohetes contra la población israelí.
La desproporción de fuerzas -sólo hay ejército en uno de los bandos- ha provocado daños inmisericordes contra las zonas civiles. Y nadie parece parar ese desastre.
No creo gastar tinta y papel en mencionar el tema. El mundo ahora está tan conectad que eso y todo lo que en él pasa no nos es ajeno. Que lo ignoremos es otra cosa.