El que hasta ayer fuera el dueño de la mitad del PRD ha perdido un pedazo importante de su patrimonio personal.
Pero no es el único perdedor, ni mucho menos.
Los principales derrotados en la contienda de ayer fuimos los ciudadanos, que vimos con indiferencia el desenfrenado acarreo y otras prácticas sucias a pesar de que el organizador de la contienda, el Instituto Nacional Electoral, será el mismo que organizará las elecciones generales del 2015.
Y en el ejercicio de calentamiento del domingo ese árbitro no hizo mucho por dar equidad al proceso, porque quien tuvo dinero para el acarreo y la compra de votos sacó ventaja sobre aquel que llegó pobre a la contienda.
Quizá esa no era una de las funciones que debía asumir el INE, pero como nadie dijo con exactitud el alcance de su compromiso, el ciudadano común se ha quedado con la idea de que no fue capaz de frenar las cochinadas que se vieron desde el inicio de la jornada interna perredista.
Y eso, repito, hace que los ciudadanos seamos los perdedores, junto con Fidel Demédicis, al que sin embargo le quedan tres años de sacrificio en su senaduría.
El Poder y La Gloria
Lectura 1 - 2 minutos
Los perdedores
Jugar al estratega de pueblo le ha costado a Fidel Demédicis que le echaran montón sus numerosos enemigos dentro de las filas de su partido. De acuerdo a las cifras triunfalistas dadas ayer, todas las agrupaciones simpatizantes con el gobierno juntas alcanzaron una cifra tal de votos que dejaron al grupo de Demédicis con un nada honroso 25 por ciento de los sufragios emitidos.
Inicia sesión y comenta