Hasta pudo darse el lujo de elegir partido, pues lo mismo el PRI que el PRD lo cortejaban.
En la misma administración universitaria no lo trataban mal, sino al contrario. Tenía acceso a programas oficiales de apoyo a los jóvenes y siempre le daban un buen lugar en los actos públicos de la UAEM y en los del gobierno estatal.
Pero hoy es ejemplo de que todo lo bueno se acaba: se sintió tan poderoso que pensó que todas las cosas que pasaban a su alrededor ocurrían por sus designios. Ya no entendía que él hacia lo que le permitían hacer.
Aunque su desempeño político abarcaba un universo muy pequeño, pues estrictamente la inmensa mayoría de los alumnos de la UAEM no se sienten representados por su organización, lo que le ha ocurrido es una enseñanza para todos los que se dedican a la política en estas tierras: aunque hayan reprobado física, ahora les consta que todo lo que sube baja.
El Poder y La Gloria
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La ley de la gravedad
Fermín Esquivel Landa ha dejado probado una vez más el dicho que señala que todo lo que sube tiene que bajar. Hasta hace unos días el aún líder de la FEUM tenía ante sí un futuro promisorio, por la amplia posibilidad de lograr un cargo de elección.
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