Ambos se han probado ya en las urnas, el primero como alcalde de Bogotá y el segundo como alcalde de Medellín, ciudades a las que contribuyeron a cambiar de forma drástica.
O sea que no son unos improvisados, porque han ejercido el poder.
Antanas Mockus (así se llama el matemático) ha sido atacado con todo por su rival, que busca desprestigiarlo al estilo de la campaña calderonista.
Y no por ser lo que es garantiza que será un gobernante, pero es una opción ante los políticos de siempre.
Ojalá en México, no digamos en Morelos, tuviéramos la posibilidad de votar por alguien preparado y no por las opciones que siempre nos dan.
Los colombianos quizá ignoren el lujo que se pueden dar. Aquí en Morelos, donde metafóricamente hay científicos hasta debajo de las piedras, desaprovechamos ese valioso capital humano.
Aun hay un trecho -corto, pero lo hay- de aquí al 2012, por lo que no haríamos mal en seguir de cerca el caso de Colombia, sobre todo si gana Mockus, para que convenciéramos a algún hombre de ciencia de lanzarse a la arena política.
Difícilmente puede ser más malo que los políticos tradicionales, por lo que no habría mucho que perder y en cambio muchas oportunidades de salir ganando.