Apenas ayer su servidor escribía en contra del uso tonto de esa palabreja cuando no va acompañada de acciones concretas. Y dije que, si pudiera pagarlos, contrataría acarreados que agarraran a jitomatazos a quienes ofrecieran sus blindajes de papel.
Aclaro que usaría jitomates ya pasaditos, no útiles para consumo humano, porque sería una ofensa usar aquellos en buen estado.
Y uno en la frente se mereció ayer Correa Villanueva por decir esa insensatez, pues sólo lo dicen pero nunca explican el cómo, porque si lo hicieran, se pegarían en la boca con una piedra, y nuestros políticos no son tontos a la hora de velar por sus intereses.
Por otro lado, y ante la ineficacia del llamado a no decir tonterías y estupideces, no me queda más que comentar que la jornada electoral ha comenzado y que estamos a días de que veamos los codazos y golpes bajos en los partidos políticos más importantes.
Los que aspiran a un hueso en el PRI y en el PRD son tantos y los lugares disponibles tan pocos, que sólo con crueles peleas se resolverán las diferencias y se conformarán las listas de diputados.
Habrá que hacer las apuestas para ver hacia qué partidos se encaminan los resentidos, aquellos que no alcanzarán en la repartición.