Hoy puedo decir cuál será el destino de esa idea: me basta con leer lo que los perredistas le contestaron a Cuauhtémoc Cárdenas su propuesta de que el comité ejecutivo nacional del PRD renuncie.
Por supuesto que las figuras de ese partido dijeron que tal medida no era conveniente ni necesaria. La defensa del hueso y los privilegios está por encima de todas las cosas. Aunque el país se parta en mil pedazos.
La política en principio era algo bueno, pues los hombres que a ella se dedicaban tenían que buscar el bien común, lo que hace mucho dejó de ser verdad.
Todos los partidos importantes han tenido la oportunidad de ejercer el poder, pero no han sabido qué hacer con él excepto saquear las riquezas públicas.
Y no se contentaron con llevarse lo que había, sino que decidieron apropiarse del dinero del futuro. Eso, traer dinero del futuro, es lo que significa contraer deudas.
Y han dejado al futuro (ahora convertido en presente) sin dinero suficiente para atender a la población.
Riva Palacio provocó en Morelos una crisis de deuda que duró varios trienios, al obligar a las alcaldías a pagar por la construcción de colectores de drenaje que ni siquiera dieron un buen servicio pero costaron una fortuna.
Doce años después se superó el conflicto. Hoy ni idea tenemos de cuánto tiempo será necesario para recuperar la opción de contar con instituciones con la mínima solvencia económica.