Y claro, se endeudaron mucho.
No fueron mejores ni peores que el actual gobierno.
Pero la buena suerte de aquellos que están en el poder se ha terminado, para desgracia de la inmensa mayoría de los mexicanos, que casi todo lo que compran es importado o se fabrica o produce con insumos venidos del extranjero.
Alguien nos debe una explicación racional y no las tarugadas que ha dicho Agustín Cartes, el presidente del Banco de México, la institución que inútilmente regala las reservas de dólares en subastas que no logran su objetivo.
Ignoro hasta donde llegará esta cruel devaluación, pero no es obra de la casualidad, sino producto de la acumulación de errores en el no dominado arte de gobernar.
Los que pagarán los platos rotos no serán, sin embargo, los que cometieron los errores, sino usted y yo. Y ya tienen pretextos para reanudar los supuestamente finalizados gasolinazos, entre muchas otras cosas.
Confieso que me indigna todo eso. Simplemente por obra y gracia de la devaluación usted y yo hemos empobrecido como por arte de magia, a menos que se dedique usted a exportar. Y no creo que sea el caso.
En fin, los que cometieron el error fueron puestos por aquellos que fueron votados en el 2012.
Supongo que ahora en la elección del 2015 tendremos un plebiscito si viviéramos en una democracia. Pero como no es el caso y con votos comprados todo se arregla, seguramente volverán a repetir sus "grandes" triunfos.