Priistas y de otros signos que no encontraron refugio en sus partidos de origen desplazaron a los militantes de Morena con mayores méritos y se apropiaron de las candidaturas con ayuda de su dirigente estatal.
Nada novedoso resulta todo lo anterior, excepto para aquellos -varios miles- que se creyeron la promesa de construir un partido distinto.
Creo que resulta emblemático que José Evaristo Silva Bandala sea el candidato a la alcaldía de Temixco, cuando como priista ejerció todos los valores que le son opuestos a la declaración de principios de Morena.
Y él es apenas un ejemplo, quizá el más llamativo, pero no el único, de las cosas que se pueden hacer para agraviar a los verdaderos militantes.
Eso sólo introduce incertidumbre en la elección, pues al menos en Morelos le restará votos.
Claro, como la elección se decidirá mediante la compra de votos (una frase que me puedo dar el lujo de repetir, porque es verdaderamente real: la elección se decidirá mediante la compra de votos) Morena estará al nivel de cualquier otro partido y sus posibilidades serán las mismas.
Por supuesto, eso es una lástima.