Rigoberto Lorence López comenzó con el calvario de llevarlo sobre sus espaldas cuando la franquicia ni siquiera era considera eso, y por lo tanto no tenía valor de mercado.
Conforme los partidos políticos se apoderaban de todos los espacios de la vida pública en el estado, el PT comenzó a cotizarse al alza. Ayudado enormemente por la imagen de López Obrador crecieron como la espuma, pero el gusto les ha durado poco, gracias a sus excelentes decisiones a la hora de elegir candidatos.
Alfonso Miranda Gallegos hizo mucho en esa campaña para acabar con el PT.
Desafortunadamente no dudo de que a más de uno se le ocurrirá fundar algún partido de influencia local y en la elección del 2018 veremos una locura peor que la de éste año, cuando casi eran más candidatos que electores.
Por lo pronto, con mucho trabajo pero habrá uno menos. De hecho, dos, porque también otro partido se llamaba.
Ojalá y eso signifique una reducción del dinero entregado a los partidos, pero que también sea un llamado de atención y que se note que la ciudadanía a veces sabe tomar venganza.