Desde que Sergio Estrada Cajigal puso de moda los elevados salarios en la estructura de gobierno (con el pretexto de que así los funcionarios no robarían) los egresos derivados de las percepciones de los integrantes de los cabildos y el pago a los funcionarios de primer nivel comenzaron a significar el grueso del gasto corriente.
Esa fue y sigue siendo una robadera legal, pero no fue suficiente para calmar la ambición de los que han gobernado y mediante contratación de deuda y la realización de negocios chuequísimos sustrajeron los recursos de las arcas municipales y a los contribuyentes nos dejaron el sencillo compromiso de pagar.
Pero nadie nos ha explicado por qué debemos de pagar esas cifras escandalosos. La Legislatura que está por acabar fue cómplice de los latrocinios, como lo fueron sus antecesores.
Nadie de los implicados en el saqueo de los recursos públicos enfrenta algún procedimiento por esa responsabilidad.Vicente Loredo Méndez, titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, es tan falso en el desempeño de sus labores como lo fue Luis Manuel González Velázquez y todos los que les precedieron. Como buen perredista que en sus cargos anteriores demostró ser, Loredo llegó a cuidar los intereses de los suyos, así como González cuidaba a los priistas. Y a pesar de el enorme salario que recibe de los contribuyentes por cuidar el dinero público, actúa con enorme realismo y se dedica a sus cosas, que tan redituables le resultan. Suena terrible pero es real.