De ninguna manera va a construir una tienda que debe ser ocultada de la vista de los peatones hasta antes de su inauguración.
Cuando Jorge Messeguer era secretario de Gobierno y evidente candidato perredista a la alcaldía, los recursos del gobierno estatal fluyeron en obras de relumbrón en Cuernavaca para que el señor se luciera. Los ciudadanos sabíamos de qué se trataba el engaño -por eso quedó en cuarto lugar en la votación- pero como realmente nadie le reclamó, pues creen que pueden seguir con lo mismo. Y siguen.
La presión social ha hecho que los barberos de la corte -me refiero a los funcionarios de primer y segundo nivel que rodean al gobernador- anuncien que no se talarán los árboles maduros que se encuentran en la plaza, pero la sensibilidad social del gobierno no llega a más.
Y en lo personal me preocupa que para cambiar pisos y hacer trabajos menores requieran de tantos meses (acabarán en septiembre) cuando todo eso podría ejecutarse en menos tiempo.
En fin, el gobierno no deja descansar a sus críticos. eso de que se la pasen de escándalo en escándalo y de tontería en tontería termina por ser agotador para los que somos criticones, pues no nos deja ocuparnos de las cosas más triviales que allá afuera abundan.
Al menos todos esos que un día sí y el otro también la riegan están en plena forma y se esmeran por ser constantes y congruentes: si la sociedad dice que son corruptos (por ejemplo, aunque calificativos sobran) ellos se empeñan en darnos la razón.