Sin embargo, sus representantes no están a la altura del gremio, lo mismo desde la parte institucional que desde la llamada disidencia, que cada vez tiene menos de eso porque quienes la integran buscan garantizarse puestos en la directiva de la Sección 19, lo que significa buenos beneficios laborales.
Y desde esa comodidad, la mayor parte de los que hablan a nombre del profesorado que tiene plaza del gobierno asumen posturas de sacrifico que no corresponden a la realidad.
Ayer leía que en un número importante de escuelas se enseña con métodos distintos a los que impone la Secretaría de Educación Pública.
Y es común que amenacen con grandes acciones de protesta que -por fortuna para la entidad- no se ven por ningún lado, mientras que las repudiadas reformas termina por consolidarse solas.
Tarde o temprano el sector magisterial despertará de su ensimismamiento para descubrir que todo aquello que siempre consideraron suyo ya no estará. Para bien o para mal.