Ya ve que luego de múltiples señalamientos en el sentido de que dos corrientes internas -la que encabeza Amado Orihuela Trejo y la de Maricela Sánchez Cortés ambos ex candidatos a la gubernatura- tenían secuestrado al partido en Morelos, el dirigente nacional, César Camacho Quiroz decidió intervenir de manera directa.
Becerril aseguró que “en este momento no hay ningún candidato definido, se va a reponer el proceso” y admitió que sí se registraron acciones antidemocráticas, especialmente atribuidos a Orihuela Trejo y a Sánchez Cortés. Lo anterior fue una especie de respuesta a dos expresiones vertidas ayer mismo. Por un lado, el ex presidente municipal del PRI en Cuernavaca, Rafael Cepeda Aguilar que acompañado de diversos liderazgos, reiteró que “dos o tres personajes siguen causando daño al partido, imponiendo candidaturas sin el más mínimo respeto a la militancia”.
Y agregó que “pareciera que le apuestan a las derrotas, están impulsando candidaturas débiles, bajo el concepto de que perdiendo ganan, porque quieren asegurar las posiciones plurinominales en las que llevan mano, es una estrategia que ya les conocemos desde (las) pasadas elecciones”.
Simultáneamente, en otro punto, afines a Manuel Martínez Garrigós también denunciaron “el manoseo” de Maricela y Amado en la elección de cuadros. Mostraron decenas de impugnaciones ya presentadas a fin de que los tribunales competentes en la materia decidan en la mayoría de los municipios y distritos donde se eligieron candidatos sin el cumplimiento de la convocatoria.
PENALES, SIN ATENCIÓN MÉDICA
Y en otro asunto, el coordinador general del sistema penitenciario en el estado, Lucio Hernández, admitió que este ajuste financiero anunciado por el gobierno federal tendrá severas repercusiones en distintos rubros de la actividad oficial en el estado.
Comentó que pudiera complicarse más la situación actual que vive el sistema penitenciario en la entidad, muy en particular, respecto a la deficiencia en la atención médica de la población interna, que supera los tres mil 800 internos, por insuficiencia de medicamentos y de profesionales en esa materia.
Recordó que más del ocho por ciento de los reos tiene problemas de diabetes y hay unos 26 con el VIH que requieren de atención permanente para poder controlar sus respectivas enfermedades, por ahora no existen las condiciones para tal efecto. El gasto es grande, porque individualmente se invierten unos 126 pesos diarios para cada reo y los ajustes pudieran derivar en menos recursos.