Lucila González y Fernando Campuzano, además de representantes de algunas fundaciones religiosas, sostuvieron que la pretensión es desplazar a cerca de 250 colonos a fin de continuar con el fraccionamiento de extensas áreas de terreno, incluso al interior del bosque en Tetela del Monte.
Sostuvieron además que algunos funcionarios del Tribunal Unitario Agrario (TUA) parecieran estar involucrados en el gran negocio, porque han venido dándole entrada a denuncias en contra de los pobladores, que adolecen de sustento jurídico para su procedencia.
Hay 238 familias con amenaza de desplazamientos y el negocio se estaría llevando a unas 211 hectáreas, 100 de éstas urbanas en aquella región. Dijeron que desde hace años han convertido esto en un “modus vivendi” y van por diversas propiedades en Calzada de los Reyes, así como en la calle 15 de agosto.
Cabe recordar que en sociedad con Julio Mitre Goraieb, primero y después con Julio Mitre Cendejas (hijo), Leova Morales comenzó a fraccionar desde los tiempos del gobierno de Antonio Riva Palacio López. Algunas áreas las vendieron a empresas de la construcción como Tecno Urbe y Casas Geo, dijeron los denunciantes.
Y para buscar contrarrestar los señalamientos, Leova Morales se instaló fuera del lugar donde se ofreció la rueda de prensa, para dar su propia versión, que obviamente iba en sentido contrario.
EN MEDIO DE LA CRISIS FINANCIERA, SE DEFIENDEN ALCALDÍAS
Por otra parte, aún en medio de una fuerte escasez de recursos presupuestales, algunos presidentes municipales intentan tempranamente hacer la diferencia, mención especial merece Cuernavaca, con el proyecto de recuperación asfáltica en calles y avenidas que le cambian el rostro a la ciudad.
En lo referente a la capital, muchas voces se interrogan respecto a cómo le ha hecho el edil Cuauhtémoc Blanco Bravo para desplegar el reencarpetado en muchas zonas, sin embargo, a los capitalinos lo que menos les interesa es saber de dónde viene, lo que exigen son las mejoras.
Temixco sigue sumergido en una situación indefinida, no solo no hay obra, el ayuntamiento funciona a un mínimo porcentaje por la disputa de grupos en el control de la presidencia, pero quien ha puesto en marcha distintas acciones como pavimentaciones, drenajes e introducción de agua potable o alumbrado, es el alcalde de Xochitepec, Alberto Sánchez Ortega, y eso a pesar de que su antecesor, Rodolfo Tapia López le dejó la comuna prácticamente desmantelada.
Otro que tal vez por su experiencia en el quehacer político-administrativo lleva un buen ritmo de trabajo, es el presidente municipal de Miacatlán, Francisco León y Vélez Rivera, es la tercera vez que ocupa el cargo y eso pareciera darle ventajas frente a aquellos que son primerizos. Pero además, tiene la posibilidad de buscar reelección dos trienios más. Pero la mayoría de alcaldes comienzan a mostrar rezago, enredados en fuertes deudas de las que difícilmente saldrán.