En los Pasillos del Poder
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Escuelas “patito”, un problema

Vázquez Morales, ratificado

Con la complacencia de algunas autoridades que tienen la obligación de revisar el estado legal con el que se conducen muchas planteles privados de educación, particularmente superior, se sigue dando fe de la existencia de escuelas “patito” que representan fraude en dos vertientes: Primera, un engaño a los muchachos inscritos; y Segundo, a la economía de los padres, porque se paga y bastante bien.

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Lo anterior viene el caso, porque la presidenta de la Asociación de Instituciones de Educación Superior Particular del Estado de Morelos (AIESPEM) Itzel Carmona Gándara mencionaba el caso particular de la escuela de medicina de la Universidad del Valle de Cuernavaca (Univac), en donde un número considerable de jóvenes que durante años han venido pagando sus colegiaturas, para cubrir esa carrera, pudieran no titularse, porque el plantel no cuenta con el Registro de Validez Oficial (Revoe).

Aclaró que esa institución y 12 más decidieron salir de la AIESPEM y formar una organización propia, precisamente porque pretendían que se les apoyara en cuestiones irregulares, cuando no hay manera. “Nosotros no podemos validar actos de corrupción, hay que cumplir la ley”.

Ya Jorge Arizmendi García ha recurrido a todo, pero la Secretaría de Educación a nivel federal de plano le dijo que no hay manera. Primero tendrían que ajustarse a una serie de normas, que no cumplen; sólo la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) le ofreció una ayuda, concediéndoles la incorporación, pero condicionada a inscripciones hasta agosto del año pasado. El asunto es que siguieron aceptando alumnos todavía en enero y febrero de este año, incluso los apoyó con campos clínicos para práctica de estudiantes en la materia, aún así se habla de muchos defraudados.

 

VÁZQUEZ MORALES, RATIFICADO

Y quien ayer fue ratificado como director general de caminos de cuota en el estado fue Rigoberto Vázquez Morales, ha sido quien, por tener una muy buena identificación con los campesinos de toda aquella zona (él es de Tlaltizapán) ha logrado ir avanzando en la liberación del derecho de vía para la construcción de la autopista Siglo XXI.

El proyecto lo inició Jorge Carrillo Olea por el año de 1995, pero nunca pudo pasar de seis kilómetros y medio en la conexión hacia el estado de Puebla. Ahora se considera que el gobierno federal podrá agregarle otros 62 kilómetros, para llegar al entronque con la Autopista del Sol a la altura de Tequesquitengo.

Más por sus relaciones y trato cotidiano con los ejidatarios, es que se tiene casi comprado todo el trayecto, ya que lo que sabemos es que no hay mucho acompañamiento del resto de las dependencias como la Secretaría de Desarrollo Agropecuario o de Obras Públicas, a fin de dar apoyos adicionales para facilitar los acuerdos, en el gobierno estatal no se les da la sensibilidad.

 

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Daniel Alcaraz Gómez

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