El presidente de esa agrupación, que aglutina a más de 220 agremiados, José Arturo Salgado Porcayo, dijo que “el señor se la pasa haciendo declaraciones a la ligera, porque primero se tiene que llegar a un acuerdo con nosotros y su arrogancia no le ha permitido sentarnos a dialogar”.
Sostuvo que “a través de la regidora Karla Jaramillo le solicitamos una reunión para revisar muchas cosas, pero nos ha dejado plantados seis veces. Le queremos dejar claro que si la idea es imponernos condiciones o excluirnos, va a encontrar resistencia”.
Y agregó que en todo caso, debe abstenerse de declaraciones alegres mientras no exista alguna propuesta firme y agregó que “de ninguna manera vamos a aceptar que nos metan en cualquier hoyo, como parecieran insinuar. Si llega a haber reubicación, tendrá que ser en una zona adecuada para el comercio”.
Salgado Porcayo señaló que “cuando se impuso la obra en la calle Guerrero, ofrecieron reubicar a los comerciantes, pero ahí siguen. Igual pasó con los de Plaza de Armas, por eso a nosotros no nos van a engañar”, concretó.
NGS, A LA CAZA DE AGREMIADOS
Y en otro tema, los líderes del Nuevo Grupo Sindical (NGS) siguen a la caza de agremiados, ahora buscan atraer a un grupo de burócratas que intentan la destitución del actual secretario general, Daniel Hernán López. Uno de los sindicalizados dijo a La Unión de Morelos que el propósito del dirigente Bulmaro Hernández Juárez es generar un nuevo sindicato en la burocracia, “apadrinado” por él.
Pero recordó que los estatutos del Sindicato al Servicio del Poder Ejecutivo son muy claros a ese respecto, está estrictamente prohibida la injerencia de otra organización sindical en su vida interior, de ahí que el objetivo sea imposible de prosperar.
El NGS en los últimos años ha mostrado pérdida de ética y valores morales; en su oportunidad se prestó a los intereses del régimen estatal en turno, para golpear a enemigos o contrarios políticos a la administración pública. En recompensa, le permitieron invadir el primer cuadro de Cuernavaca y algunos otros espacios como la glorieta de La Luna de decenas de vendedores ambulantes, además de contratos de obra pública estatal.
En su oportunidad penetró el Ayuntamiento capitalino, amparando a grupos de trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), peleando la titularidad de los contratos colectivos. Ahora va por una parte de la burocracia estatal, pero parece que legalmente está impedido.