Nadie votó por él, pero es el presidente municipal de Yautepec. Es Éder, el más pequeño de los Alonso y el último de la dinastía que gobernará esa localidad. Y no porque los Alonso no tengan el poder político y económico suficiente para mantenerse por otros 20 años, sino porque la presidenta Claudia Sheinbaum está en contra de que los cargos públicos sean hereditarios.
Ayer, el pequeño Éder hizo un evento para publicitar que se alumbrarán dos kilómetros del poblado de Oaxtepec con esos postes metálicos que llevan el nombre del municipio junto a las lámparas Led con una inversión de tres millones de pesos (adjudicación directa, claro).
El evento hubiese sido desangelado de no ser por la presencia de su hermano Agustín, actual diputado federal, quien acaparó los reflectores y las “selfies”. Mientras que Éder apenas pudo darse a entender con su discurso, su hermano mayor dio cátedra de oratoria, como lo ha sido desde que fue ayudante municipal de su pueblo natal, San Carlos.
“Van a ser dos kilómetros de alumbrado, casi cien postes de…de… de alumbrado público otra vez, con un par de brazos, ¿con uno o dos?… (se queda pensando) bueno, el chiste es que va a estar bien chida”, dijo el alcalde en funciones desde enero que su padre pidió licencia por cuestiones de salud.
Éder habló cinco minutos y su hermano lo doble, y los aplausos que generaron también. Agustín recordó todas las obras que gestionó como alcalde y luego como diputado local, por lo que lamentó que ahora como legislador federal sus actividades son otras y ya no puede ayudar a su pueblo.
Después del evento el diputado federal es requerido por los medios de comunicación para preguntarle sobre “el caso Cuauhtémoc” ya que en esos momentos estaba sesionando la sección instructora que resolverá si queda desaforado o no el exgobernador. “Hago un llamado a que tanto el diputado federal Cuauhtémoc Blanco como el senador Alito Moreno se separen voluntariamente de su cargo para enfrentar las acusaciones que pesan sobre ellos”, fue la declaración que “se llevó la nota” en el evento realizado frente a los arcos de Oaxtepec.
Éder se retiró discretamente del lugar, fiel a su estilo de bajo perfil. Sabe que jamás podría estar ahí de no ser por su padre y su hermano. Conoce sus carencias y limitaciones. Es más, le ha confiado a sus amigos que a él no le gusta la política, pero tuvo que sustituir a su padre para evitar que otro grupo político entrara a manejar Yautepec.
Recordemos que don Cornelio Agustín Alonso Mendoza trabajaba como encargado de salchichonería en la Comercial Mexicana de avenida Morelos, pues proviene de familia humilde. Se casó con Doña Rocío Gutiérrez y procrearon cuatro hijos: Gerardo, Haydee, Agustín y Éder, en ese orden.
Con mucho esfuerzo le puso un negocio de pollos rostizados a su esposa (el cual sigue funcionando) y él comienza a incursionar en la política. No todo fue “miel sobre hojuelas” pues en varias ocasiones perdió, pero nunca se rindió. Le comenzó a ir bien cuando fue síndico municipal en el trienio 1994-1997; intenta ser presidente municipal por el PRI pero pierde, luego por Movimiento Ciudadano y también le va mal. También perdió cuando quiso ser diputado local.
Es a partir de que su hijo Agustín se comienza a involucrar en sus campañas cuando comienza a triunfar. Así, consigue la presidencia municipal en 2003 y la vuelve a ganar en 2012 para no volverla a soltar. En 2015 le entrega la estafeta a su hijo Agustín, quien aprovecha que la ley permite la reelección y se queda hasta el 2021 que se la regresa a su padre mientras él se va al Congreso Local.
Durante todo ese tiempo sus hermanos Gerardo y Éder trabajaron en el Ayuntamiento de Yautepec sin figurar para nada. Es hasta que don Agustín comienza a tener problemas de salud que la familia Alonso comienza a prever la posibilidad de que fallezca y que la presidencia caiga en manos ajenas, lo que sería desastroso. Es así que, el 15 de noviembre de 2024, a mes y medio de terminar su trienio, Alonso Mendoza pide licencia y el Cabildo le autoriza que quien se haga cargo de manera interina sea su hijo Éder, quien ocupaba el cargo de secretario técnico del Ayuntamiento.
Antes, el 25 de octubre del 2024, Éder sufre un atentado en su casa de San Carlos y desde entonces trae escolta de la Comisión Estatal de Seguridad Pública. La Fiscalía no ha podido aclarar el móvil del intento de homicidio.
Como don Agustín padre ganó las elecciones de junio del año pasado (esta vez bajo las siglas del Partido Nueva Alianza), rinde protesta para un segundo periodo que sería del primero de enero 2025 al 31 de diciembre de 2027, pero vuelve a pedir licencia apenas unos días después de asumir el cargo.
Es así como Éder, quien es “licenciado en Administración de Instituciones” por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, se ve convertido en presidente municipal sin que su nombre haya estado en la boleta de votación.
Sin embargo, para poder lograrlo, debió tener el apoyo de los regidores: Christian Daniel De La O Salgado; Angélica Vidal Tapia, Jesús Damián Celón, Liliana González Guzmán, Telésforo Zapata García, Jordana Elizabeth Mercado Martínez y Elizabeth Maldonado Mejía, quienes no tuvieron objeción en permitir que el presidente municipal le entregara el mando a su hijo, como si estuviéramos en tiempos de la realeza.
Las preguntas que flotan en el ambiente son: ¿qué pasará en el 2027? ¿Dejarán los Alonso el poder tras 15 años ininterrumpidos o buscarán permanecer en el cargo a través de un incondicional?
Lo anterior, toda vez que una de las promesas de campaña de la doctora Claudia Sheinbaum fue acabar con el nepotismo y la reelección, pero los diputados federales (entre ellos Agustín Alonso Gutiérrez) votaron porque esa ley entre en vigor hasta el 2030, cuando ya se hayan consumado los pases hereditarios de varias familias en el país.
Una de ellas, la familia Salgado de Guerrero. Félix Salgado Macedonio siempre ha querido ser gobernador de esa entidad, pero el INE se lo impidió en el 2021; con el aval del presidente López obrador, “el toro sin cerca” puso a su hija aunque en los hechos él es quien gobierna, en espera de que concluya el sexenio para asumir el cargo formalmente. “Lo que mande el pueblo”, se justifica.
La presidenta ya expresó fuerte y claro que está en contra de esa costumbre de heredar los cargos, y si los legisladores federales no la obedecieron y modificaron la ley, ya la dirigencia del partido advirtió que Morena no va a postular candidatos que estén en esa circunstancia, precisamente como los Alonso de Yautepec.
HASTA MAÑANA.