La UNAM una de las universidades más grandes del mundo, entre otras cosas ha creado tecnología que hoy son de uso común en los cinco continentes, como muestra de que no sólo difunde el conocimiento sino que también lo crea.
Por su puesto, su enorme estructura muestra un crecimiento desigual, pues algunas de sus partes sufren los problemas propios de las instituciones públicas mexicanas mientras que en áreas enteras es innovadora y ejemplo internacional.
Por eso me da gusto felicitar a los cientos de miles de ciudadanos que han pasado por sus aulas, muchos de los cuales han contribuido enormemente al desarrollo de Morelos en todos los terrenos, incluida la creación de nuestra propia universidad.
Ojalá que la institución logre consolidar los avances alcanzados mientras explora nuevos caminos para adaptarse a la época que vivimos.
El conocimiento debe ser el mayor tesoro de nuestra patria y quienes lo difunden o lo buscan deben tener un sitio especial. Desde el profesor que frente al grupo se esmera en enseñar hasta los investigadores empeñados en arrancarle a la Naturaleza sus secretos.
Y la UNAM ha dado mucha gente dedicada a esas actividades creadoras, lo mismo en las Ciencias que en las Humanidades. A todos ellos una gran felicitación.