Pero de tanto verlo se lo han creído, al contrario de otras épocas en las que desde las escuelas se fomentaba el ahorro y a los niños se les incentivaba a través de cartillas a que tuvieran su cuenta bancaria y guardaran dinero.
Hoy esa práctica ya no existe y es muy peligroso, como país y como individuos, no recuperar esa costumbre.
Usar dinero prestado es muy caro y es la causa de muchos de los problemas económicos de la población, que por desconocimiento usaron sus tarjetas de crédito para toda clase de compras y hoy enfrentan deudas muy pesadas que nos les permiten vivir con tranquilidad.
Por eso, aunque son tiempos difíciles, en su hogar, en el seno de la familia, ponga la muestra y enseñe a los suyos la importancia del ahorro.
Así sea en pequeñas cosas, ese dinero que logre resguardar le sacará de apuros y, sobre todo, mostrará el camino a sus hijos de una forma de vivir más real y tranquila.