Sin embargo, siempre está presente y sin aprovechar la opción de crear su propio trabajo, a través de empresas que a la larga sean fuente de empleo para otras personas además de su dueño.
No es fácil por la multitud de trámites burocráticos que deben cumplirse, pero se requiere de paciencia y energía para lograrlo y de esa manera crear algo muy gratificante y que puede ser el camino para un crecimiento superior al que permite un empleo.
Afortunadamente en los planes de estudios de muchas carreras universitarias ya se incluyen clases y prácticas acerca de ese tema tan importante, no sólo porque constituye una posibilidad mayor de desarrollo para el individuo en sí, sino para la sociedad en su conjunto, que se beneficia siempre que alguien lograr crear y mantener empleos.
Por supuesto, la historia de la vida empresarial está llena de fracasos, porque es difícil tener resultados definitivos al primer intento. Pero fallar es la única manera de obtener experiencia, que luego servirá para consolidar el mejor proyecto posible.
Y tampoco deben pensar que deben fundar una gran empresa. No, lo primero que se requiere es algo que le genere ingresos a su creador y poco a poco vendrá el crecimiento.
Recuerde que la mayoría de las unidades de producción de este país son microempresas de propiedad familiar.
Usted o sus hijos bien podrían sumarse a esas cifras y buscar un camino alterno a sólo tener empleo. Incluso se puede combinar, porque tener trabajo en una empresa ya constituida puede servir para adquirir sus propios conocimientos como emprendedor.
Todos los caminos son buenos para llegar a un nivel al que la mayoría de mis compatriotas le tienen miedo, pero por falta de promoción y de contacto con el mundo empresarial.
Arriésguese y dé el paso necesario. No será fácil pero los resultados seguramente le complacerán.
Combine su iniciativa empresarial con su espíritu innovador.
Seguramente descubrirá algún producto o servicio que puede mejorar para ganar clientes.
En fin, posibilidades sobran. Ya hablaremos más de ese tema