El gobierno federal ya ha comenzado la obra para construir un paso a desnivel que alivie la circulación y en un año, más o menos, lo tendremos listo.
Sin embargo, en el proceso necesario para levantar la obra seguramente veremos como crecen las incomodidades, porque se requiere hacer complicadas maniobras.
Eso puede generar problemas sociales si no tenemos en cuenta los beneficios que recibiremos a cambio de soportar un tiempo lo que se avecina.
Todo esto lo digo porque tristemente hemos visto que en las últimas grandes obras de infraestructura que se han edificado no han faltado las protestas y las discusiones, algunas de ellas justificadas y en otros casos producto de intereses egoístas que terminan por afectar al resto de la población.
Como decía líneas arriba, en esta nueva afluencia de viajeros sufriremos la incomodidades, pero si como ciudadanos participamos en la parte que nos corresponde de la construcción de una obra planteada para combatir el problema, seguramente los beneficios se sentirán muy pronto, tanto en comodidad como económicos, ya que podremos pensar en que parte del flujo de turistas rumbo a Guerrero que circulará más ágilmente podría quedarse con nosotros y aportar una buena derrama de dinero.
Para todo, la participación de quienes aquí vivimos es vital.