Durante la presentación, en marzo del 2015, del informe “Estado de Censura” por parte de la organización Article 19, la periodista Carmen Aristegui dirigió un mensaje apuntando que se libra una batalla que podría ser ‘una piedra a la luna’, “pero hay que darla. La batalla por la libertad de expresión, las luchas por la libertad de decir, por el derecho a escuchar, por el derecho a estar informados, son batallas que se tienen que dar colectivamente, son batallas que se tienen que dar desde la sociedad y desde los propios periodistas (…) Si no damos las batallas correctas con la firmeza, con la claridad, con la inteligencia y con la imaginación necesarias, vamos a perder”.
Article 19 toma su nombre precisamente del artículo décimo noveno de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, considerada ésta como fundamento de las normas internacionales sobre derechos humanos y que sobre el particular señala lo siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Darío Ramírez -aún director de la Oficina para México y Centroamérica de Article 19 en el año 2015- hizo la presentación editorial del documento “Estado de Censura”, destacando que el miedo de la prensa crece día con día, pero que “el silencio o dirigir la mirada hacia otro lado no son opciones”, porque “la abollada transición democrática que arrancó en 2000 necesita de una prensa vigorosa, fuerte, oportuna e independiente”.
Y es que aunque algunos señalen que es inútil ‘tirar piedras a la luna’, se puede saber ‘quién tira más lejos’; para lograrlo, cada periodista debería apoyarse en los valores éticos que permitan obtener una prensa “vigorosa, fuerte, oportuna e independiente”.
Podríamos también hacer referencia a una publicación del 2012 en la que la Red Internacional de Enlace y Apoyo Ciudadano, echaba de menos a Eduardo Téllez Vargas, mejor conocido como “El Güero Téllez”: “reportero literato investigador, ‘como los de antes’, cuando la realidad jugaba vencidas con la imaginación y salía triunfante, y el horror de las verdades humanas más abyectas resultaba sublimado y embellecido por el arte, por la maestría de notas y fotografías que han quedado, indudablemente, para la posteridad. A veces la literatura, el periodismo y la fotografía reflejan la paradójica belleza del horror”.
De igual modo recordamos el mensaje del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, durante el Día Mundial de la Libertad de Prensa celebrado en mayo del 2014: “Sólo puede haber buen gobierno cuando los periodistas tienen libertad para examinar, escrutar y criticar las políticas y las actuaciones”.
Cabría anotar una frase del tercer presidente de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson, mencionada en 1787 y que se ha consolidado porque captura con sencillez la relación entre poder y prensa que debería regir en un sistema democrático: “En virtud de que la opinión del pueblo es la base de nuestro gobierno, nuestro primer objetivo debe ser comprenderla correctamente; y si yo tuviera que decidir entre la posibilidad de tener un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, preferiría esto último sin dudar un momento”.
En contraposición, es necesario añadir que Jefferson también señaló, en una reflexión sobre los periódicos dirigida a John Norwell, en 1807, que “hoy en día no puede creerse nada de lo que publican los periódicos. La verdad misma se hace sospechosa cuando aparece en ese vehículo contaminado. Sólo quienes están en situación de confrontar los hechos que conocen con las mentiras del día pueden saber hasta dónde llega ese estado de desinformación”.
No podemos dejar de apuntar este domingo el tuit del presidente número 45 de los Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta de red social, con el que cerró una semana en la cual descalificó a la prensa de manera continua: “Las noticias falsas de los medios fallidos (The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo americano”; a los pocos minutos del mensaje, Trump escribió un segundo tuit en el que acusó a los medios de distribuir información “falsa” y “deshonesta”.
Como respuesta a Trump, periodistas y usuarios crearon en “Twitter” el “hashtag” #NotTheEnemy.
Mencionamos también hoy que, en fecha pasada, el mandatario estadounidense manifestó en el programa “Fox and Friends” de la cadena Fox, con Aisnley Earhardt: “No me gusta tuitear, tengo otras cosas que podría estar haciendo. Pero enfrento medios muy deshonestos, una prensa muy deshonesta, y es la única forma en la que puedo contraatacar”.
Por su parte y en una entrevista reciente con el programa “Meet the press” de la cadena NBC, el senador republicano y ex candidato presidencial estadounidense, John McCain, destacó la importancia de mantener la libertad de prensa y aseveró que “una parte fundamental del nuevo orden mundial es la libertad de prensa. (…) Si quieres preservar la democracia debes mantener la prensa libre porque sin ella creo que perderíamos muchas de nuestras libertades individuales”.
Tal reflexión de McCain se dio luego de que fue consultado en torno al tuit publicado en la cuenta de Donald Trump, e indicó al respecto que “así es como empiezan los dictadores (…) suprimiendo la prensa libre. No estoy diciendo que Donald Trump vaya a convertirse en un dictador, sino que debemos aprender las lecciones que nos deja la historia”.
Citemos una vez más, a Jefferson: “Donde es libre la prensa, y donde saben leer todos los hombres, todo está a salvo”. Coincidimos.