El día 28 de diciembre, la Iglesia católica conmemora una festividad litúrgica, con la que se recuerda la cruel matanza infantil que tuvo lugar en la jornada a la cual se le llama también “de los Santos Inocentes”. En un episodio del Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de San Mateo, se señala que el rey Herodes, tras la retirada de los magos llegados de Oriente para adorar a Jesús, se sintió burlado y mandó matar a los niños de Belén menores de dos años, para asegurarse así de que el anunciado Mesías, futuro rey de Israel, era asesinado (Mt 2,16-18).
Herodes gobernaba cuando llegaron a Jerusalén dichos magos, preguntando dónde había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer una estrella en Oriente y recordaron la profecía del Antiguo Testamento, que señalaba: "Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones" (Números 24, 17). Desesperado y amenazado, lleno de temor ante la posibilidad de perder el poder, Herodes hizo rodear la pequeña ciudad de Belén y mandó a sus soldados que mataran a todos los niños menores de dos años.
En el mismo evangelio de San Mateo se indica que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).
A partir del siglo IV, la Iglesia Católica estableció una fiesta para estos niños, “muertos como ‘mártires’ en sustitución de Jesús”; en la tradición oriental se les recuerda el 29 de diciembre, mientras que en la latina el día 28 del mismo mes; se concibe su muerte como "bautismo de sangre" y preámbulo al "éxodo cristiano", en semejanza a la masacre de otros niños hebreos que hubo en Egipto antes de su salida de la esclavitud a la libertad.
En México, desde una fecha que es difícil de precisar, se tiene la costumbre de celebrar el Día de los Inocentes o Día de los Santos Inocentes (como equivalente a seres que no saben o entienden lo que les sucede) transmitiendo recados engañosos o noticias falsas, pero sobre todo pidiendo préstamos: “Inocente palomita / que te dejaste engañar / sabiendo que en este día / nada se debe prestar”. Otros países en los cuales se acostumbra “engañar a los inocentes” durante dicha jornada son España, Argentina, Colombia, Perú Ecuador, Chile, Panamá, Bolivia y Guatemala.
En los países anglosajones se celebra una fiesta similar el 1 de abril, con el nombre de “Fools' Day” ("Día de los tontos"). Dicho “día de los bufones de abril” (April fool’s day), se conoce también como “pez o pescado de abril” (de la traducción literal del francés poissons d'avril o del italiano pesce d'aprile), y se celebra en Francia, Alemania, Finlandia, Italia, Bélgica y Reino Unido, además de Portugal, Estados Unidos y Brasil, entre otros países, por tradición británica.
El nombre de “pez o pescado de abril” hace referencia a la persona que es blanco de la broma y el término está relacionado con el zodiaco: cualquier acontecimiento que ocurría durante ese periodo de tiempo,m se relacionaba con el hecho de que el sol dejaba atrás la constelación de piscis. Incluso Napoleón fue llamado “pescadito de abril” cuando se casó con María Luisa de Austria justo en esa fecha, el primer día del mes.
En Menorca, España, se celebra el “Día de engañar” también el 1 de abril y no el 28 de diciembre, ya que dicha isla estaba en posesión británica durante gran parte del siglo XVII; mientras que en Rumania la costumbre procede de Francia y la leyenda cuenta que no hay que dejarse engañar nunca durante ese día, porque de otra forma los engaños serán constantes durante el resto del año.
Un dato interesante es que en Alemania, Austria y Suiza, por ejemplo, existe la tradición que indica “vamos a contar mentiras”. Pero dicha costumbre llega también hasta la prensa, donde tiene un nombre específico: Aprilscherz (“broma de abril) y existe una frase relevante: jemanden in den April schicke (“mandar al abril a alguien”). También en Francia, de donde es originario el “Pescado de abril”, la prensa hace acto de presencia mediante la publicación de notas chuscas.
La costumbre de “contar mentiras” en la prensa se trasladó en México del 1 de abril a -precisamente- el 28 de diciembre, cuando algunos diarios utilizan la primera plana de sus publicaciones para “revelar” noticias falsas, entre más escandalosas y alejadas de la realidad, mejor.
Cabe recordar que en la Edad Media también se celebraba durante los días comprendidos entre Navidad y Año Nuevo un rito pagano conocido como la “Fiesta de los locos” y se dice que estas festividades eran tan escandalosas que la Iglesia, a fin de calmar las excentricidades de quienes tomaban parte en ellas, decretó que se conmemorara el Día de los Santos Inocentes, comenzando la tradición de jugar bromas de todo tipo a las personas que se descuidaban.
La escritora Marguerite Yourcenar -quien falleció el 17 de diciembre de 1987- explicó en algún momento sobre su novela “Memorias de Adriano”, que su intención era describir una época "en la que los viejos dioses habían muerto y los nuevos todavía no habían nacido, un momento en que el hombre estuvo solo"; en la actualidad, queda claro cada navidad que la sociedad participa de una u otra manera en ritos que han marcado pautas en nuestra vida, una fiesta en la que se mezclan tradiciones de distintos orígenes sociales y culturales con -por desgracia- el consumismo en gran medida.
No olvidemos en esta época uno de los valores fundamentales: la solidaridad, la cual actualmente se ve superada por ese afán de querer silenciarla en un tiempo en el que el egoísmo y el miedo superan “a los hombres buenos”, como les llama el escritor Arturo Pérez-Reverte en su novela homónima: “Siempre hay hombres buenos en los peores momentos. Yo suelo referirme a la poca fe que tengo en el ser humano. Pero esta novela es muy optimista. Quería que el lector terminase sonriendo: que pensara que a pesar de todo son posibles el diálogo, la lealtad, la solidaridad entre gentes que no comparten la misma ideología”. Coincidimos.
Indictum
Un deseo de solidaridad y de una feliz Navidad para los amables lectores de La Unión de Morelos y de este espacio dominical.