Tal empaquetado neutro representa una medida de reducción de la demanda, que disminuye el atractivo de los productos de tabaco y restringe el uso de los paquetes como soportes para publicidad y promoción, además de que limita el empaquetado y etiquetado “engañosos” y busca favorecer la eficacia de las advertencias sanitarias, al restringir o prohibir el uso de logotipos, colores, imágenes de marca o información promocional sobre el envase, excepto los nombres de la marca y del producto, que se deben presentar en un color y tipo de letra estándar.
En las directrices relativas a los artículos 11 y 13 del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) se recomienda que las Partes consideren la adopción del empaquetado neutro; cabe agregar que el interés por el empaquetado neutro va en aumento en todo el mundo, siendo Australia el primer país que aplicó plenamente tal empaquetado, en el 2012, mientras que Irlanda, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Francia aprobaron leyes para dar efecto al empaquetado neutro, a partir de este mes de mayo.
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco entró en vigor en febrero del 2005 y se ha convertido en uno de los tratados más ampliamente respaldados en la historia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), suscrito por 180 estados parte que representan alrededor del 90 por ciento de la población mundial.
De acuerdo con la OMS, cada seis segundos se registra un deceso en el mundo a causa de una enfermedad provocada por este producto, el único legal que mata hasta la mitad de sus consumidores; en México, por ejemplo, fallecen 66 mil fumadores cada año (poco más de 180 consumidores cada día).
En una entrevista para el periódico Excélsior, Érick Antonio Ochoa, director de Políticas Públicas en Salud de la Fundación InterAmericana del Corazón México (FIC México), aseveró que “es desafortunado y hasta ridículo que un país que quiere regular con mayor apertura a la cannabis, lo haga de manera tan deficiente con el tabaco”.
También agregó que “en un escenario en el que como país hemos avanzado poco en la regulación de una sustancia que es legal desde hace décadas, hay que tener mucho cuidado, y antes de pasar al debate de otros temas, veamos cómo contenemos al tabaco que mata alrededor de seis millones de personas al año en el mundo, mientras que el alcohol mata a 3.3 millones y las drogas ilegales a unas 190 mil personas”.
Antonio Ochoa explicó que “únicamente la Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Zacatecas, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur y Nuevo León, es decir, 11 entidades de la República, son libres de humo de tabaco, cuando en América Latina, Argentina, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela son países totalmente libres de humo de tabaco en espacios cerrados públicos, en los emplazamientos de trabajo y en el transporte público”.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones (ENA 2011), en México hay 17.3 millones de fumadores de entre 12 y 65 años, lo cual representa el 21.7 por ciento de la población mexicana: de cada 10 fumadores, siete son hombres; otro dato preocupante derivado de dicha encuesta es que 30.2 por ciento de la población que nunca ha fumado ha estado expuesta al humo de tabaco ambiental (HTA): 12.5 millones de mexicanos son fumadores pasivos que no consumen directamente el producto.
En Morelos, el Congreso local reformó los artículos 30 párrafo primero, 31 y 32 de la Ley de Protección Contra la Exposición Frente al Humo de Tabaco del Estado de Morelos, para aumentar las sanciones a quienes no respeten los espacios libres de humo y el derecho a la salud de los no fumadores; en virtud de ello, se sancionará con multa equivalente de cincuenta y hasta cuatrocientas veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (de 3,652 a 29,216 pesos), a quienes incumplan lo dispuesto en los artículos 11 y 16 de esta ley.
Tal medida aplica a quienes fumen en edificios gubernamentales; en el interior de los establecimientos comerciales, locales cerrados, empresas e industrias; en establecimientos particulares de cualquier giro en los que se proporcione atención directa al público; en hospitales o clínicas de salud públicos o privados; bibliotecas o áreas deportivas; centros educativos de cualquier nivel; transporte público; centros recreativos, parques, jardines, alamedas, plazas cívicas, ferias, balnearios y aun en el caso de las instalaciones al aire libre.
Las personas físicas que, después de ser conminadas a no fumar, a respetar estas áreas y los derechos de los no fumadores, no lo hicieren, podrán ser puestas a disposición del Juez Cívico correspondiente, por cualquier policía del estado de Morelos o bien de alguno de sus municipios, y deberán de pagar sus respectivas sanciones.
En datos y cifras de la OMS se indica que el tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores y es una de las principales causas de defunción, enfermedad y empobrecimiento, además de una de las mayores amenazas para la salud pública: como ya se ha señalado, mata a casi seis millones de personas al año, de las cuales más de cinco millones son consumidores directos, y más de 600 mil son no fumadores expuestos al humo del tabaco, mismo que contiene más de cuatro mil productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
Entre las primeras causantes de mortalidad, discapacidad y enfermedad que se presentan por la adicción al tabaco o su consumo, voluntario e involuntario, la OMS ha referido que en los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón; entre los lactantes causa muerte súbita y en las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso ponderal del recién nacido, además de que casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos.
"La mayor de las locuras es sacrificar la salud por cualquier otro tipo de felicidad", reflexionaba Arthur Schopenhauer. Coincidimos.