Panóptico Rojo
Lectura 4 - 7 minutos

Quedan 60

A finales del 2014, difundimos en este espacio la petición de firmas por parte de la organización ambientalista Greenpeace para salvar de la extinción a una especie endémica de México: la “vaquita marina”, único miembro de la familia Phocenidae (marsopas verdaderas) que habita en aguas de México, y  del cual su nombre científico es Phocoena sinus: Phocoena, que quiere decir “marsopa” del latín, y sinus que significa “cavidad”, que se refiere al Golfo de California.


11589 Views
  • Like
  • Comentar

 En el mes de julio del mismo año, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva), conformado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Marine Mammal Commission de Estados Unidos y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), alertó que la “vaquita marina” disminuía a una tasa de 18.5 por ciento anual: de 200 individuos que había en 2012, sólo quedan 97.

La semana pasada, mediante un comunicado de prensa, de fecha 29 de septiembre de 2016, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó que la población de este cetáceo, el más pequeño y amenazado del mundo, estaba reducida a unos 60 ejemplares.

Estos datos representan una alarma ecológica al más alto nivel, ya que desde su descubrimiento -en 1956- la tendencia poblacional de la vaquita -que vive exclusivamente en el extremo norte del Alto Golfo de California- ha sido siempre a la baja: a inicios de la década de los noventa se contabilizaban cerca de mil ejemplares; en 1997, 567; en 2008, 250; en 2014, existen menos de 100.

Los pescadores de la zona en donde habita la vaquita marina, al ser cuestionados sobre su existencia, intentaban considerarla como “un animal mitológico” ante el público, aprovechando que no se veían vaquitas vivas: sólo aparecían asfixiadas en las redes rastreras. "El nerviosismo es tal que los pescadores, al encontrarla muerta, la destazan y la arrojan para no ser penalizados por la autoridad”, explicó en su momento un integrante de cierto consorcio turístico involucrado en el desarrollo sustentable en la zona.

Otro de los peligros que amenaza a la vaquita marina es la pesca ilegal que se incrementó en años recientes, al resurgir la captura de otra especie en peligro de extinción: el pez Totoaba, del que se aprovecha su buche ya que es considerado como un manjar en países como China, además de ser apreciado por su “valor medicinal”.

En el año 2012, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) colocó a la vaquita marina -que recibe otros nombres como “Cochito” o “Marsopa del Golfo de California”- en su lista de 10 especies en peligro de extinción, junto al tigre, el rinoceronte de Java,  el gorila de la montaña y el elefante asiático; se trata del mamífero marino más amenazado en el mundo, además de que es uno de los cetáceos menos conocidos.

La semana que concluye, la Semarnat también dio a conocer -mediante el comunicado de prensa ya referido- que México logró el apoyo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), luego de que más de 180 países signatarios acordaron detener el tráfico ilegal de totoaba para evitar la captura incidental de la vaquita marina en el Alto Golfo de California, por lo que se estableció un grupo de trabajo presidido por México y en el que participan China, Estados Unidos, Nueva Zelanda, la Unión Europea y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En la 17 Reunión de la Conferencia de las Partes de esa convención, que se llevó a cabo en Johannesburgo, Sudáfrica, México presentó un documento en el que se describe la situación de la totoaba, un pez incluido en el Apéndice I desde el año de 1977, así como de la vaquita marina (Phocoena sinus), un cetáceo listado en ese mismo Apéndice. El texto solicita la cooperación internacional para reducir la demanda y combatir el tráfico internacional de la totoaba.

Lo anterior, debido a que a menudo la vaquita marina enfrenta la captura incidental a partir de la pesca ilegal de la totoaba; en el documento presentado figuran también recomendaciones para abordar cuestiones que afectan la conservación de estas especies.

Cedemos ahora el espacio a una convencida activista de Greenpeace, quien nos ha compartido su opinión acerca del peligro de extinción que enfrenta la marsopa del Golfo de California:

"Hace dos años, a todos los activistas de Greenpeace Argentina nos llegaban alertas por mail y por SMS. Una especie de cetáceos pequeños, originaria de México, entraba en alerta roja por el peligro que sufrían a la desaparición permanente. Así fue que me entere de la existencia de la Vaquita Marina, una especie muy simpática que parece haber quedado a medio camino entre delfín y marsopa. Hace dos años, la cifra de 97 ejemplares con vida nos alarmaba a todos los argentinos, mayoría de los cuales no teníamos ni idea de la existencia de este animal. Nos cautivó su historia, su carita simpática y el triste destino que tenía tan maravilloso animal, nuevamente, a causa de la mano y los intereses humanos. Desde el momento en que nos pusieron enfrente las solicitudes de firmas para salvarla, no dudamos. Firmamos y ayudamos a difundir el mensaje por toda red social, familia, amigos, compañeros, conocidos y aquellos más lejanos también. Se hicieron carteles y se estamparon remeras que viajaban por todo el mundo a través del Rainbow Warrior, el buque insignia de Greenpeace, para que la historia y el llamado de auxilio llegara a cada puerto que el buque arribara.

En abril del 2015, a todos nos llegó una noticia maravillosa, del mismo modo que las malas habían arribado a nuestros correos y nuestros teléfonos: "¡Ganaron la vaquitas marinas! Gracias al reclamo de más de 470 mil personas en el mundo, el presidente de México prohibió durante 2 años las redes de pesca que ponen en peligro la supervivencia de la vaquita marina". Circularon videos de agradecimiento y nos emocionamos ante lo que podría ser el primer paso para la salvación definitiva de la especie.

Lamentablemente hoy, a inicios de este mes de octubre, mi corazón se contrae con la noticia de que, a poco más de un año de creer que podíamos salvarlas, tenemos en el mundo más de treinta vaquitas marinas menos.

Esos animalitos que han elegido las aguas mexicanas para vivir, no encuentran la simpatía suficiente para poner a salvo su vida. Pienso que se debe a la desinformación sobre la misma especie y el desconocimiento de su existencia para la mayoría de las personas. Y sea cual sea el motivo, una cosa es cierta: nos necesitan para que podamos elevar el grito que ellas no pueden. Piden ayuda para defender su derecho natural a existir, ¿las dejaremos pelear solas? Desde Argentina ayudamos a correr la voz, la damos a conocer por los medios que tenemos a nuestro alcance y no nos cansamos de explicar una y otra vez que son, donde viven y que las pone en peligro. Pensamos firmemente que el conocimiento es poder: mientras más personas se enteren de su existencia y del peligro que corren, más ojos estarán sobre el foco de tormenta, obligando a los gobiernos a hacer lo necesario para su protección.

Hoy quedan sólo 60 vaquitas marinas y necesitan del apoyo de todo el pueblo mexicano y el mundo entero, para que su número no siga bajando, para que puedan hacer uso de los derechos más grandes: la libertad y la vida”. Coincidimos.

Para conocer más acerca de la “vaquita marina”:

 

Visto 11589 veces
Inicia sesión y comenta

Margarita Rebollo

235 Posts 14,667,669 Views
Enviar mensaje Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Ant. Paz
Sig. "Día Internacional de la Niña"

Hay 9121 invitados y ningún miembro en línea

Publish modules to the "offcanvas" position.