En muchos casos esta se ha visto frustrada gracias, en gran medida, a movilizaciones sociales de diversa índole y a los procesos culturales que conllevan. Tal es el caso de los movimientos indígenas surgidos en el país que adquirieron mayor visibilidad y fuerza en la segunda mitad de la década de los noventas, a raíz del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En medio del auge de los movimientos indígenas del país, muchas comunidades originarias emprendieron un proceso de revalorización de su historia y cultura precolombina con miras en la resolución de diversas problemáticas sociales, tal es el caso de la comunidad indígena de Xoxocotla, Morelos, que en los últimos años ha vivido dos importantes movimientos sociales: “Los 13 Pueblos en Defensa del Agua, la Tierra y el Aire”, que lucha por el suministro de agua en la región; y el “Movimiento Magisterial de Bases de Morelos” , que lucha contra la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) impulsada por el gobierno federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Estableció en julio de 2009, Alberto Arnaud en “Movimientos sociales e identidad: el caso de los movimientos en Xoxocotla, Morelos”, realizado para la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Si bien existen diferentes perspectivas para estudiar el tema de los movimientos sociales, la investigación que aquí se reporta se abordó desde un punto de vista cultural, enfatizando el papel que juega la identidad colectiva en el desarrollo de las movilizaciones. Por ello se partió de la perspectiva de los actores sociales, poniendo énfasis en la forma en que se conciben a sí mismos y la lucha que llevan a cabo. Así pues, en esta investigación nos enfocamos en los aspectos culturales que determinan el desarrollo de los movimientos sociales, dejando de lado el análisis político o estructural.
Los movimientos sociales, en tanto que son un tipo de acción social, son fuertemente determinados por la cultura y la identidad, sólo se puede considerar una acción social, aquella que se orienta con sentido por las acciones presentes, pasadas o futuras de los demás, poniendo énfasis en el papel de la identidad colectiva y la cultura de la realización de dichas acciones. De esta manera, una acción social sólo es social en la medida en la que está determinada por el sentido que tiene para los miembros de un grupo que comparten valores, tradiciones, cosmovisiones, etcétera.
El proceso colectivo mediante el cual los sujetos deciden si participan o no en determinado social, está fuertemente determinado por la identidad colectiva que proporciona las bases para la decisión personal de participar o no en determinada acción y de su constante proceso de construcción dependerá en gran medida el desarrollo del movimiento social.
La identidad colectiva enlaza las estructuras relativas a los fines, medios y ámbitos de acción, la activación de la relación entre los actores que se comunican, negocian y adoptan decisiones y la relación de las inversiones emocionales que permiten a los individuos reconocerse.
De la forma con que se vinculen los enlaces, dependerá el inicio, la duración, la calidad y la intensidad de la participación de los individuos. Los grados de participación son resultado de la capacidad diferencial para definir una identidad, de tal suerte que quienes estén más integrados a la estructura social tendrán una participación más activa que quienes se encuentren en una situación marginal.
Así pues, la acción colectiva es el resultado de intenciones, recursos y límites, con una orientación construida por medio de relaciones sociales dentro de un sistema de oportunidades y restricciones. Los movimientos sociales tienden a cumplir la función de signos que tornan visible la existencia de problemas en ciertas áreas de la sociedad y cuestionan los códigos simbólicos dominantes introduciendo nuevos significados.
En la lucha por cambiar ciertos rubros de la sociedad, los actores sociales no sólo configuran la identidad propia sino le atribuyen al modelo dominante y al grupo que lo sostiene ciertas características que justifican un comportamiento hostil en su contra, por ello los nuevos movimientos sociales se convierten en generadores de nuevas identidades y estilos de vida que devienen en una renovada manera de pensar y de actuar.
Los movimientos sociales tienen dos características básicas, son conflictivas y culturalmente orientadas; y no como la manifestación de contradicciones objetivas de un sistema de dominación, la acción no está dirigida fundamentalmente frente al estado y no puede ser identificada como una acción política por la conquista del poder. Al contrario, es una acción de clases, dirigida contra un adversario propiamente social y no puede ser el creador de una sociedad más moderna o avanzada que aquella que combate; él defiende, dentro de un campo cultural e histórico dado, otra sociedad.
ANTECEDENTES DE XOXOCOTLA
Es un pueblo de origen tlahuica que no se sometió del todo al yugo del imperio azteca y que aún después de la conquista fue de los pocos que sobrevivió a los embates de los españoles y a las grandes epidemias del siglo XVI que acabaron con el 70% de la población indígena, durante la colonia logró que sus tierras fueran reconocidas como comunales, garantizando con ello la autonomía, misma que perdería a manos de los grandes hacendados en el siglo XIX.
Simpatizaron o formaron parte de las tropas zapatistas, Xoxocotla se integró a la lista de comunidades incendiadas por el “huertista” Luis G. Cartón, las mujeres fueron tras los sobrevivientes y con ellos refundaron el pueblo.
Su participación en la revolución fue por el agua, las grandes haciendas azucareras acaparaban el líquido para la producción de caña de azúcar, en 1916 los pobladores de esta comunidad le pidieron a Zapata su intervención para reprimir al capataz de la Hacienda Vista Hermosa, a quien señalaron de acaparar el vital líquido.
En 1934 invitaron al entonces candidato presidencial Lázaro Cárdenas a pasar al pueblo, cuando observó las condiciones de vida, se comprometió a traer agua desde el manantial de Chihuahuita y construir una escuela. Establecieron un acuerdo de más aceptación del sistema educativo, una mayor dependencia del gobierno federal a cambio de ciertos beneficios.
Xoxocotla se ha visto involucrada en diversos movimientos sociales en la segunda mitad del siglo XX, algunos incluso hoy no han concluido, entre ellos destacan los temas sustentables, de derechos de los pueblos y de distanciamiento con el gobierno formalmente reconocido mediante la defensa de los esquemas de usos y costumbres, con los cuales ellos consultan y determinan cuándo y hasta dónde aceptan los proyectos del gobierno estatal y federal.
Con ello, se puede concluir, según plantea el autor de este ensayo en sus conclusiones, que: Los conflictos sociales son un foco de generación de y transformación de las concepciones sobre los recursos o los derechos en disputa, pero también de la visión que tienen los pobladores de sí mismos y del mundo que les rodea.
Cuando esto suceda la identidad colectiva queda irremediablemente modificada y con ello el destino del pueblo. Así pues, los movimientos sociales futuros quedan determinados en gran medida por los significados generados en el marco de los movimientos pasados.
Reconocen la lucha que han realizado los pobladores de Xoxocotla, al margen del interés que esta población privilegiada por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, a un nivel que impulsó la instalaciones de satisfactores sociales, sin los cuales se puede explicar su activa y continua participación durante los siguientes 80 años, como es el acceso al vital líquido, advierte además que Morelos tiene una tradición amplia en la construcción y realización de movimientos sociales con consecuencias.
“La tierra volverá a quienes la trabajan con sus manos”, es una convocatoria a un movimiento social, con un reclamo y una respuesta específica, es una reclamo sobre algo que tuvieron los pobladores de esta entidad, como lo confirma la historia de Xoxocotla y que la “modernidad” interpretada mediante perspectivas individualistas afectó de manera tal que provocó el levantamiento de una sociedad que en “macro cifras” estaba viviendo “grandes momentos”, las haciendas mantenían niveles de producción y de rentabilidad de inversiones que permitieron la edificación de las viviendas y los espacios para el esparcimiento de quienes eran considerados dueños de las tierras, en tanto que quienes las trabajaban subsistían en condiciones inferiores a lo que hoy reconocen las organizaciones mundiales como mínimos aceptables de “bienestar social”.
ENTRE REDES Y MOVIMIENTOS SOCIALES
El análisis de los movimientos sociales no puede realizarse al margen de los nuevos espacios surgidos en el ciberespacio. La movilización social cuenta en internet con un relevante universo en donde sus principales protagonistas informan, organizan, actúan e incluso dominan. Por tanto, internet refuerza el modelo simétrico bidireccional basado en la comprensión mutua entre públicos y organización y es a esto a lo que intentan sacarle rendimiento partidos políticos y movimientos sociales.
Internet se ha convertido en una nueva fuente de información y de expresión y proporciona una forma barata de manifestarse a los activistas políticos de todo el mundo. Se puede afirmar que ningún otro medio de comunicación ha tenido una capacidad de penetración tan rápida y descomunal como lo ha tenido internet, medio que está cambiando, sin duda, las reglas del juego político. De hecho, las campañas electorales de los partidos incorporan ya, desde hace años, el uso de la red como eje central.
Aunque sea catalogado como un medio que ofrece un canal de información inmanejable y vasta, internet está democratizando los medios y los sistemas políticos. Así, se ha roto el sentido único de la comunicación de masas y la comunicación, en su verdadero significado etimológico, es ahora posible. Se trata de una comunicación universal, omnipresente y libre, si bien no pueden desvincularse de ella problemas tales como falta de veracidad, la autenticidad de las fuentes, la calidad en los contenidos, los derechos de propiedad intelectual, …; problemas que, quizá, tiendan a desaparecer en un futuro.
Dentro de este universo denominado “Web 2.0”, las redes sociales configuran una de las herramientas características en donde el usuario es el verdadero protagonista. Comunidades virtuales que proporcionan información e interconectan a personas, en su mayoría, con afinidades comunes, las redes sociales más utilizadas son Facebook, Tuenti y Twitter.
En el libro “Redes de indignación y esperanza” Manuel Castells establece que los cambios en Túnez, Egipto o Islandia se gestaron por situaciones de injusticia, por las que la gente se organizó para protestar y aprovechó el surgimiento de las redes sociales, se construyó un cóctel determinante, la juventud se relaciona en la red, como los obreros se organizaron desde las fábricas.
En cuanto al componente ideológico de los movimientos, se ha podido entrever que es bastante heterogéneo en todos los países, pero contiene reivindicaciones claras en relación a la democracia y a la justicia social.
Agrega: el poder funciona a través de conexiones. La cultura, las finanzas, el estado… todos los elementos del poder se vinculan entre sí mediante intercambio de información. Para seguir dominando, el poder no sólo debe recurrir a la coerción, sino tiene que “dominar las mentes” construyendo significados que legitimen su existencia.
“Comunicar es compartir significados mediante el intercambio de información”. En este sentido, si tenemos en cuenta que los medios de comunicación tradicionales son dominados por las corporaciones y los gobiernos, Internet surge como un canal de conexión más libre que conecta a ciudadanos con inquietudes similares. Castells utiliza el concepto de “auto comunicación de masas” como esta nueva forma de comunicarnos en la era de internet. Es de masas porque es masiva; pero es auto comunicación, porque “el emisor elige el mensaje de forma autónoma” y “designa a los posibles receptores”.
El poder en la sociedad red necesita programadores y conmutadores, o sea, programar cada una de las redes de las que depende la vida de la gente (gobierno, parlamento, seguridad, finanzas…) y conmutar o conectar estas redes (de lo que se encargarían los dirigentes de medios de comunicación, élites financieras…).
Teniendo en cuenta que todo poder conlleva un contrapoder, éste último debe tejer también su propia red de funcionamiento buscando, por tanto, “reprogramar” el poder bajo un prisma e intereses distintos. Así, los movimientos sociales que se construyen en internet comparten información, suben vídeos de las manifestaciones y las represiones, se ilusionan y se indignan en aras de convertirse en un nuevo poder. Una vez la gente está conectada, informada y se libera del miedo movida por la rabia, es momento de dar un paso más. Este paso es ocupar el espacio público.
Ocupar el espacio público conlleva crear comunidad, a la vez que hace visible todo un movimiento ciudadano.
EL PODER EN LA SOCIEDAD RED
En su libro “Sociedad y poder”, Manuel Castells señala que: el poder es el proceso fundamental de la sociedad, puesto que ésta se define en torno a valores e instituciones, y lo que se valora e institucionaliza está definido por relaciones de poder. Cuanto mayor es el papel de la construcción de significado en nombre de intereses y valores específicos a la hora de afirmar el poder de una relación, menos necesidad hay de recurrir a la violencia (legítima o no). No obstante, la institucionalización del recurso a la violencia en el estado y sus derivados establece el contexto de dominación, en el que la producción cultural de significado puede desplegar su eficacia. El estado estabiliza el ejercicio de su dominación mediante un proceso de legitimación, lo cual puede hacerse por diferentes procedimientos…
El poder para hacer algo, es siempre el poder de hacer algo contra alguien, o contra los valores e intereses de ese alguien…
El poder no se localiza en una esfera o institución social concreta sino que está repartido en todo el ámbito de la acción humana. Sin embargo, hay manifestaciones concentradas de relaciones de poder en ciertas formas sociales que condicionan y enmarcan la práctica del poder en la sociedad en general imponiendo la dominación. El poder es relacional, la dominación es institucional.
Si bien las fuentes de poder social no han cambiado fundamentalmente, el terreno en el que operan las relaciones de poder se ha transformado de dos formas principales: 1). Se ha construido primordialmente alrededor de la articulación entre lo global y lo local y 2). Se encuentra organizado primordialmente en redes, no en unidades individuales.
El espacio en la sociedad red se configura en torno a la oposición entre el espacio de flujos (global) y el espacio de lugares (local). Hay ciudadanos del mundo que viven en el espacio de los flujos frente a los locales que viven en el espacio de los lugares. Las redes son múltiples y las relaciones de poder son específicas de cada red. La exclusión de la red es la forma de ejercer el poder común a todas las redes. Por ello en el mundo de las redes estratégicas clave incluyen todo lo valioso al nivel global, mientras que se excluye lo local devaluado.
Bajo las condiciones de la globalización multinivel, el estado se convierte en un nodo más (si bien importante) de una red determinada, la red política, institucional y militar que se solapa con otras redes significativas en la construcción de la práctica social. La sociedad red está formada por configuraciones concretas de redes globales, nacionales y locales en un espacio multidimensional de interacción social.
La superioridad histórica de las organizaciones verticales jerárquicas sobre las redes horizontales se debe a que las organizaciones sociales en red tenían límites materiales que vencer, fundamentalmente en relación con la tecnología disponible.
Las redes se convirtieron en la forma organizativa más eficiente como resultado de tres rasgos fundamentales que se beneficiaron del nuevo entorno tecnológico: flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de supervivencia. Flexibilidad: las redes pueden reconfigurarse en función de los cambios en el entorno, manteniendo su objetivo aunque cambien sus componentes. Adaptabilidad: pueden expandirse o reducir su tamaño con pocas alteraciones. Capacidad de supervivencia: al no poseer un centro y ser capaces de actuar dentro de una amplia gama de configuraciones, las redes pueden resistir ataques a sus nodos y a sus códigos.
EL DETERIORO DE LAS CONVOCATORIAS
Las expresiones de inconformidad social en México y en consecuencia en Morelos, al igual que la violencia, dejaron de ser un tema local y se encuentran globalizados, sobre todo si se advierte que Morelos ha “desdibujado” su identidad hoy globalizada a consecuencia de una intensa interactuación con migrantes, fundamentalmente de la capital del país desde 1985 a consecuencia del terremoto de 1985, los efectos son medibles y cuantificables a través de diversas expresiones.
El deterioro de la actividad comercial y de servicios que prestaron los empresarios locales que evolucionaron durante las primeras ocho décadas del siglo XX, tres décadas después fueron prácticamente desplazadas en su totalidad. El ejemplo más claro son los mercados públicos de toda la entidad, que anuncian el cierre de actividades durante 24 horas para concurrir a una marcha en contra de las modificaciones fiscales que fueron aprobadas por el Congreso de la Unión a finales de 2013.
La advertencia del cierre de actividades en todos los mercados de la entidad durante 24 horas a finales de los años setenta, hubiera provocado compras de pánico, iguales a las que en aquella época se daban cuando el gobierno anunciaba en el último noticiero de televisión que se estaba aprobando un incremento en la gasolina, los propietarios de vehículos automotores salían de sus domicilios a altas horas de la noche para formarse en los centros de abasto de combustible para adquirir, por última vez, el tanque lleno de su unidad al precio anterior.
Hoy, los incrementos de gasolina ya forman parte de los anuncios a los que un gobierno desordenado acostumbró a una sociedad desordenada, lo mismo sucede con la advertencia del cierre de actividades en los mercados, los clientes cotidianos acudirán a los supermercados que en las últimas tres décadas y a consecuencia del crecimiento de la población no proyectado se han instalado ya dando servicio prácticamente a toda la entidad, las llamadas tiendas de conveniencia con capacidad incluso de abastecer de crédito para los teléfonos celulares, a recibir depósitos bancarios, realizan “su agosto”, igual sucede con las grandes tiendas.
Desde 1985 al Mercado Adolfo López Mateos acuden menos de 40 mil compradores diarios, su capacidad de atención no creció, desde que llegó a su límite, los locatarios aseguran que las ventas de los tiempos previos al 19 de septiembre de 1985 nunca regresaron, aunque hoy la población de la entidad es de casi de dos millones de habitantes, se incrementaron de forma exponencial el número de supermercados en toda la entidad. Ahí se da servicio a quienes los mercados rechazaron por diversas causas, entre las que destaca el irrefrenable deterioro del servicio que ahí otorgaban.
Los comerciantes de los mercados cerraran sus negocios un día, ese día los consumidores acudirán a los súper mercados que son franquicias nacionales o internacionales, algunos le darán un voto de confianza y se convertirán en clientes frecuentes, con el consiguiente deterioro de las ventas en los mercados donde son propietarios los morelenses, al disminuir las ventas tendrán menos recursos para cumplir con los compromisos fiscales que les corresponden, se trasladaran a la economía informal, disminuyen los recursos para la prestación de servicios que debe otorgar el gobierno y disminuye la calidad de vida de la mayoría.
Hoy así como la marcha en contra de las políticas fiscales, puede generar el distanciamiento entre comerciantes y consumidores, así las marchas y la movilizaciones que han sido sobre utilizadas en las últimas tres décadas, tienen cada vez menor margen para plantear soluciones viables a las legítimas demandas que plantean.
Los comerciantes sienten que queda en riesgo su actividad económica si aceptan las nuevas leyes fiscales, por ello marchan haciendo uso de un legítimo derecho político y ciudadano, también saldrán a manifestarse quienes exigen más seguridad y promueven la remoción de funcionarios, las sustituciones de servidores públicos son paliativos al no incluir el fortalecimiento de la legalidad, como le sucedió a Morelos en 1998, cuando se sustituyó a un gabinete. Hoy, la inseguridad persiste en el ánimo de los pobladores.
Los movimientos sociales son una tradición importante en Morelos, aquí los pobladores de Xoxocotla generaron movimientos que trajeron como consecuencia primaria el respeto por parte de los colonizadores a sus usos y costumbre, casi los desplazan las haciendas, por falta de agua tuvieron la capacidad de organizarse en torno a un objetivo: conseguir agua para revivir su comunidad en el mismo lugar donde han estado desde épocas anteriores.
Las manifestaciones con dedicatorias personales y sin objetivos sociales provocan resultados adversos a los que persiguen, la tecnología es una herramienta para acceder a mayor información, quien accede a la información tiene el derecho de pensar sobre los efectos individuales y colectivos que generan las actividades sociales y así tomar decisiones individuales, las sociedades sin proyectos se vinculan a gobiernos sin proyectos, una revisión sobre el desempeño social de los pobladores de la entidad, advierte que a las movilizaciones acuden más habitantes que ciudadanos, un pendiente democrático es la formación de ciudadanos que decidan en lo individual el impacto de los temas colectivos, que no pueden manejarse como modas, ni como ocurrencias, lo que sucede cuando carecen de objetivos.