El ejemplo visible del imperio de la improvisación y la torpeza gubernamental, es el “Hoy No Circula” que impuso Manuel Camacho Solís, como jefe del departamento del Distrito Federal a finales de 1989, hoy es la imposición gubernamental que confirma los privilegios con los que los gobiernos de “izquierda” tratan a las “clases económicamente privilegiadas”, premian la capacidad adquisitiva de vehículos de alto costo con desempeño tecnológico de última generación y sancionan la pobreza de quienes sólo pueden disponer de recursos suficientes para adquirir unidades con motores de alto consumo de combustible.
La evolución del programa para disminuir la emisión de gases contaminantes en la Ciudad de México, advierte cómo se privilegia la realización de negocios por parte de las burocracias que se sustituyen sexenio tras sexenio, sobre la implementación de proyectos de mediano y largo plazo que solucionen temas bajo esquemas integrales y de manera aislada partiendo de “ocurrencias” gubernamentales, que consolidan la institucionalización de la corrupción y la impunidad, al margen del partido que gobierne.
El Hoy No Circula consiste en la restricción de tránsito a la quinta parte vehicular por un día entre lunes y viernes, dependiendo del último número de la placa, fue planificado para aplicarse sólo en invierno, después de la temporada de lluvia en el Distrito Federal y cuando las inversiones térmicas incrementaban la concentración de contaminantes en la atmósfera del Valle de México. Sin embargo, después del invierno de 1990, el programa se estableció de manera permanente.
Se le agregó un amplio monitoreo de la emisión de gases contaminantes de los automotores registrados en el Distrito Federal, revisión que deben pasar cada seis meses para que se determine si pueden circular en la capital o deben ser ajustados. Este procedimiento es llamado Verificación Vehicular, en Morelos se implementó en 1991 y se entregó su control a la delegación estatal de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, en aquel momento se dijo desde la Secretaría de Desarrollo Económico, que el programa sería vigilado por diferentes representaciones empresariales en cada ciclo de seis meses. Nunca se cumplió ese compromiso y permaneció bajo el control de esa agrupación empresarial.
En 1997 para estimular el empleo de nuevos vehículos automotores con consumo de combustible más eficiente, equipados con convertidor catalítico, los automóviles fabricados después de 1993 se convirtieron en candidatos a exentar la restricción a la circulación, siempre y cuando fueran presentados por sus dueños a la verificación y que los resultados fueran satisfactorios.
Como resultado de ello, en 2003 sólo se restringió la circulación al 7.6% de los vehículos capitalinos cada día de la semana, bajando desde el 20% propuesto originalmente. También quedan exceptuados del programa los vehículos que consumen gas licuado de petróleo y aquellos destinados para emergencias. Al cumplir ocho años en servicio, cualquier vehículo del Distrito Federal debe observar las restricciones del Hoy No Circula. Para saber si un vehículo está exento o no del programa, son adheridas en los cristales del auto una calcomanía que lo distingue. A partir del año 2008 se implementa también el “Hoy No Circula Sabatino”, debido a que los sábados se registraban IMECAS como cualquier otro día de la semana. Este programa sigue vigente en el 2011 para los vehículos de combustión interna que no porten el holograma de la verificación vehicular “doble cero” y “cero”.
A partir del primero de julio este programa se “endureció” sin consultar a la sociedad, a la que afirma estar protegiendo el gobierno de la Ciudad de México, las manifestaciones y protestas se incrementan y la justificación de la improvisación gubernamental también. No se cuenta con datos confiables acerca de los resultados, ya que el control absoluto del proyecto es del gobierno local.
El último negocio que en Morelos realizaron autoridades gubernamentales en relación a esta restricción que sólo se aplica en el Distrito Federal y algunos municipios del estado de México que están integrados a la mancha urbana del Valle de México, se dio cuando desde la Comisión Estatal del Agua y el Medio Ambiente, se determinó sustituir los equipos de verificación de emisiones contaminantes, por “instrumentos modernos, compatibles con los que se utilizan en la capital del país”.
Durante un periodo de tiempo fueron “centros exclusivos” que otorgaban las calcomanías “doble 00”, se afirmó en esa etapa que eran propiedad de una sociedad construida entre funcionarios y supuestos representantes empresariales. Finalmente se determinó sustituir todos los centros de verificación por modernas unidades, hoy un importante número de estas empresas están cerrando sus puertas, en Morelos el programa de verificación vehicular ha sido símbolo de corrupción durante las dos décadas que se ha aplicado.
La Ciudad de México no fue la primera zona metropolitana que enfrentó graves problemas de emisión de gases contaminantes, otras ciudades del planeta los controlaron con la implementación de políticas públicas integrales, entre las que destacaron privilegiar la calidad de vida de sus ciudadanos a partir del impulso para la realización de actividades productivas sustentables y la construcción de medios de comunicación masivos que desincentivaron la utilización de las unidades de motor de combustión interna para el transporte individual (automóvil).
En diciembre de 1952 Londres fue invadida por una niebla asociada a un régimen anticiclónico y a una inversión térmica. Como resultado de las bajas temperaturas, los calefactores estuvieron funcionando y las condiciones meteorológicas hicieron que la nube de humo persistiera sobre la ciudad durante varios días. Se produjeron dos mil 851 muertes más de las previstas en sólo nueve días y se reportaron mil 225 fallecimientos a la semana siguiente. En 1956 la niebla que envolvió a la ciudad durante 18 horas causó mil muertes más de las previstas.
La aprobación de la Ley del Aire Limpio de 1970 marcó el inicio de los esfuerzos modernos para controlar la contaminación del aire en Estados Unidos. Esta ley coincidió con la formación de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agenecy - EPA) que estableció un cambio en la política estadounidense relacionada con el control de la contaminación del aire.
Determinó metas ambiciosas para las fuentes móviles y estacionarias de contaminación del aire, requirió que para 1975 los fabricantes de automóviles redujeran 90% de la emisión de contaminantes. Se fijaron límites específicos para las emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno. Esto forzó a la industria automotriz a desarrollar nuevas tecnologías para el control de emisiones.
En Morelos el principal problema de contaminación ambiental es contra el agua, la tala inmoderada de bosques desde la década de los sesenta, el crecimiento desordenado de zonas y espacios industriales que funcionaron durante años sin respetar normas de protección ambiental que eran inexistentes, provocaron la pérdida de importantes áreas de cultivo que hoy siguen afectadas, esto también sirvió para “generosos negocios” que realizaron los integrantes de la burocracia. Un ejemplo son las 50 plantas de tratamiento de aguas residuales que no tienen drenajes que las abastezcan y que en su mayoría siguen sin rendir los resultados que se comprometieron, cuando para su instalación se destinaron varios cientos de millones de pesos.
Las emisiones se manifiestan en las principales vías de comunicación de Cuernavaca, como son Plan de Ayala y avenida Morelos, durante las horas de mayor carga vehicular, por los congestionamientos que provocan los pesados y viejos autobuses de pasajeros que semivacíos circulan y esperan pasajeros durante varios minutos en semáforos y paradas prohibidas. Estas unidades no son sometidas a los programas de verificación vehicular que deben cumplir las unidades de uso particular.
En otros países como Chile, de acuerdo al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, la medida de restricción aplica en la ciudad de Santiago a vehículos sin convertidor catálico (sin sello verde) de manera permanente durante los periodos de contingencia ambiental. Durante 2014 la medida aplica desde el 1 de abril hasta el 31 de agosto.
En Bolivia el 6 de enero de 2003 inició un programa de restricción para acceder al centro antiguo de La Paz, cerca de 30 mil carros por día no circularon por un área de diez kilómetros cuadrados en torno al centro de la ciudad de La Paz entre las 8 y las 20 horas
En Brasil desde 1997 se implantó el llamado rodízio municipal (rotación del espacio vial) de vehículos de la ciudad de São Paulo o también llamado “Horarios de operación pico por la compañía de ingeniería de tráfico”, con el propósito de reducir el congestionamiento en las principales arterias viales de la ciudad durante los horarios de mayor movimiento.
Inglaterra, en Londres se cobra un peaje, denominado tarifa de congestión, a los automóviles que acceden a la zona central de Londres. Se implementó en 2005 con el propósito de reducir congestionamientos en ese sector.
En China el gobierno de ese país implementó una medida de restricción vehicular durante los Juegos Olímpicos de 2008, la cual entró en vigor el 20 de julio y se aplicó durante dos meses. El control policial de esta medida se llevó a cabo mediante diez mil dispositivos de vigilancia automática de tránsito.
En Italia el 20 de enero de 2002 ciudades del norte del país vivieron un domingo sin automóviles, debido a la fuerte contaminación. La prohibición de circular afectó a las ciudades de Milán, Turín, Mestre, Vercelli, Parma, Piacenza, Pavia, Bérgamo, Brescia, Novara y Alessandria y a decenas de otras poblaciones más pequeñas.
LOS EFECTOS COLATERALES
Los gobiernos carentes de proyectos de mediano y largo plazo, sin políticas públicas que incluyan los asuntos poblacionales, terminan generando efectos colaterales que luego requieren atención desde otra perspectiva, así le sucedió a la Ciudad de México y en consecuencia a la zona de influencia de la misma, con la excesiva implementación de programa de restricción de uso del automóvil particular.
La consecuencia social que generó la implementación del Hoy No Circula, de forma aislada, y sin la realización de proyectos de ampliación del transporte público de pasajeros, fue la “carcachización” de la planta vehicular de la capital del país. El compromiso fue disminuir en un 20% la circulación de vehículos, la “imaginación popular” provoca diferentes reacciones que corresponden a las conductas comunitarias de una sociedad inmersa en la corrupción, la impunidad y con la perdida de la confianza en sus autoridades, así se duplicaron las placas de algunas unidades (tenían un juego del DF y un juego de una entidad vecina), otros decidieron adquirir un tercer vehículo.
Las viviendas de clase media de la década de los noventa en la capital del país tuvieron espacio para guardar dos vehículos, el tercero “dormía” en la calle, así se iniciaron las “bandas de robo de autopartes y de vehículos” que siguen operando y han consolidado su participación social en las últimas dos décadas, el robo de autopartes disminuyó cuando los fabricantes entregaron a sus clientes un seguro de recuperación “gratuita” de las partes robadas, la demanda de esas piezas disminuyó considerablemente.
Lo que se incrementó en los últimos años es el robo de vehículos y el robo de vehículos con violencia, forman parte de los efectos que no se prevén cuando se implementan medidas de forma unilateral por parte de autoridades que adquieren ideas que son ajenas a los usos y costumbres de las regiones donde pretenden implementarlas.
Entre 1990 (primer año del programa Hoy No Circula) y 1994 el índice delictivo se incrementó en un 40% (ese periodo corresponde a la gestión de Manuel Camacho Solís), en 1995 se incrementó en un 45%, en 94 fueron 188 mil los delitos registrados, en el siguiente año fueron 219 mil, de 1994 a 1997 el incremento fue cercano al 80%, ese fue el primer año de elecciones que el gobierno comprometió como primer objetivo abatir la delincuencia.
El incrementó en las actividades al margen de la ley en Morelos se impactó por la evolución en la capital del país, la migración poblacional de mayor impacto se dio a partir del terremoto de 1985 y se incrementó en la década siguiente. En Morelos se pretendió aplicar el programa “Hoy no Circula” cuando se inició la verificación de emisiones contaminantes, el fracaso en el objetivo principal: disminuir la toxinas en el aire, fue argumento suficiente para que el gobierno desistiera de esa intención, sobre todo por su incapacidad para ofrecer alternativas de traslado a los pobladores.
Las modificaciones que al programa Hoy No Circula se realizaron y que generan protestas por parte de los afectados, confirman que este proyecto fracasó y que por los compromisos empresariales de las autoridades de la Ciudad de México, no podrán corregirse desde sus causas originales durante los próximos años, además de que reiteran la vocación gubernamental a favor de la improvisación y “el ahí se va” que se le cuestionó al gobierno mexicano del siglo XX.
EL EFECTO COLATERAL EN MORELOS
Una entidad que tiene un impacto nacional menor al de los municipios con mayor impacto económico de las entidades que ocupan los primeros lugares del país (estado de México, Jalisco y Nuevo León, entre otros), poco margen de “maniobra” tiene para tomar medidas propias, por ello se ven sus autoridades “motivados” a aplaudir una medida que continuará impactando en la calidad de vida de los morelenses.
La autopista del Sol se construyó sin “socializar” las bondades que pudo acercar a la tierra de Emiliano Zapata, se construyó y la sociedad y gobierno aplaudieron su inauguración y quedaron ubicados a la orilla de esa rápida vía de comunicación que provocó crecimiento exponencial de los desarrollos urbanos en Acapulco, a un nivel tal, que a menos de dos décadas de inaugurada, fue la ruta por la que se “acercó” la ayuda para los damnificados por las tormentas registradas en septiembre de 2013 y que incomunicaron por varios días a la zona “diamante” de ese polo turístico.
Esa vía de comunicación, vinculada a procesos aislados como fueron el descuido en la promoción de los atractivos turísticos de la entidad, la ausencia de programas de modernización en las vías de comunicación interior y la falta de preparación de empresarios y empleados del sector turístico durante casi dos décadas, dejó como consecuencia la pérdida de un importante volumen de espacios laborales y el cierre de una interesante lista de empresas que incluyen, hoteles, restaurantes, balnearios y actividades del servicio dedicadas a apoyar a la empresas que atienden a los visitantes.
La autopista del Sol dejó fuera del mercado zonas como Tepoztlán y Tequesquitengo, con esa carretera y la tecnología de los nuevos vehículos que cuentan con la total aprobación de las autoridades que sancionan el programa Hoy No Circula, muchos posibles paseantes de fin de semana prefieren continuar hasta el puerto guerrerense, antes de permanecer más tiempo en la entidad.
Los efectos colaterales que dan como resultado el incremento en las actividades al margen de la ley, no son acontecimientos aislados, en muchas ocasiones forman parte de una cadena de acontecimientos cuyo origen integral es la total ausencia de planes y programas de gobierno que se cumplan y que se revise su cumplimiento.
LA SEGURIDAD SOCIAL AUSENTE
El 18 de mayo rindió protesta como gobernador del estado de Morelos, Jorge Morales Barud, fue designado por el Congreso para concluir el periodo que se frustró cuando Jorge Carrillo Olea entregó su solicitud de licencia al cargo que inició el 18 de mayo de 1994, luego de participar en la contienda electoral del tercer domingo de ese mismo año, el argumento más difundido para la sustitución de autoridades estatales fue la incapacidad gubernamental para controlar el avance de quienes estaban actuando al margen de la ley.
Este jueves se realizó en Jojutla, localidad donde nació el depuesto gobernante, el foro Diálogos por Morelos, en el que están involucrados integrantes de la sociedad y autoridades gubernamentales que con esta revisión de propuestas, reclamos, opiniones y demandas, consideran puede construirse programas transversales que contemplen diversos puntos de vista sobre un mismo tema, que es -como lo fue hace 18 años- el control y la disminución de la inseguridad.
Comparar las estadísticas de lo que sucedió hace 18 años con datos actuales es ocioso, son casi dos décadas de desentendimiento gubernamental, que se observa con mayor medida cuando se revisan temas colaterales que fueron importantes en la segunda mitad del Siglo XX la seguridad social, los gobiernos federales, estatales y municipales, de ese medio siglo tienen registros de más obras inauguradas que fueron edificadas para promover la educación, el deporte, el esparcimiento, el cuidado y mejoramiento de la salud que para cuarteles policiacos.
En la última década del siglo pasado se realizó la construcción de un gran penal para Morelos (Atlacholoaya), que sustituyó al de Atlacomulco con varias décadas de funcionamiento y que ya era considerado obsoleto y hasta inseguro por su ubicación y las condiciones de sus edificios. El inmueble fue derribado y en su lugar hoy se ubican dependencias dedicadas al crecimiento social y económico de la entidad.
Durante el nuevo milenio los grandes programas gubernamentales confirman el nivel de ocurrencias y de improvisación que imperan en los gabinetes, sus propuestas son aisladas y no forman parte de programas integrales que permitan advertir la intención de iniciar algún plan integral de desarrollo para la entidad, que permita prever el crecimiento durante la presente década.
En el ámbito municipal, el ejercicio fiscal 2014 será recordado como un frustrado intento por sanear las finanzas públicas de los 33 ayuntamientos, en donde la obra pública y la prestación de servicios municipales dejó de ser prioridad para dar paso a la urgencia del pago de laudos por demandas de empleados despedidos por administraciones anteriores, no cuentan con recursos para implementar alguna ocurrencia o alguna improvisación.
El espacio que corresponde a la responsabilidad que deben cubrir quienes integran los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en el estado, las deficiencias y las incompatibilidades que enfrentan frustran cualquier proyecto de mediano y largo plazo, sólo hay condiciones para los remedios ocasionales. El ejemplo más accesible está en el Poder Judicial, donde no lograron consolidar su autonomía, y la sustitución de jueces y magistrados sigue formando parte de las “concertacesiones” entre los partidos políticos que tienen representatividad en el Poder Legislativo, la inclusión de propuestas del Poder Ejecutivo fue vetada por los integrantes de las organizaciones ajenas a las que apoyaron al actual Ejecutivo en el proceso electoral.
La relación del Poder Ejecutivo y el Legislativo se deterioró desde que los diputados rechazaron la primer propuesta de gobernador sustituto en mayo de 1998, asumieron un control sobre las decisiones más importantes que la sociedad no ha logrado equilibrar, la forma como aprueban y desaprueban todos los proyectos que revisan, advierte que están más involucrados, que en el cumplimiento de la responsabilidad que les fue encomendada.
Pendiente quedó de las reformas estructurales del actual gobierno el tema de la transparencia y la rendición de cuentas, las sanciones para quienes disponen y malversan los recursos públicos no son de un nivel que inhiban las intenciones de quienes se desempeñan en los diferentes niveles de gobierno.
A la mayoría de los alcaldes y ex funcionarios estatales, incluidos los ex gobernadores, se los ha señalado de estar involucrados en escandalosos casos de corrupción y saqueo de recursos o bienes públicos. Las leyes que “sancionan” estas conductas fueron aprobadas con una “generosidad” suficiente para que subsista la tradición y el margen para imponer “castigos políticos”, sin que sea causa del delito de omisión el no aplicar la ley como lo mandata la Carta Magna.
La alternativa para evitar la trascendencia de las ocurrencias y las improvisaciones que dejaron delicadas secuelas de efectos colaterales es el irrestricto cumplimiento de la Constitución, la implementación de medidas de más transparencia y la vigencia de la cultura democrática como parte de los acuerdos para la reconstrucción con bases sólidas del tejido social que sigue sin manifestarse en los encuentros y diálogos en los que se involucra la autoridad.