Los negociadores adscritos al gobierno morelense quisieron resolver el conflicto por la vía pacífica, pero no lo consiguieron, ante lo cual tuvo que intervenir la policía preventiva estatal apoyada por la local para proceder al desalojo. Más allá del forcejeo y algunos golpes a los manifestantes, la cosa no pasó a mayores. Gracias a Dios. Empero, recuerdo a la reportera de un noticiero televisivo haciendo (24 horas más tarde) la siguiente pregunta a Carrillo Olea: “¿Quién ordenó el desalojo y la intervención de la fuerza pública?”. Y lacónicamente el entonces gobernador de Morelos respondió: “¿Cómo que quién? ¡Pues yo! ¿Quién más?”.

Esta anécdota me sirve como preámbulo para hacer otra pregunta: ¿Quién ordenó el desalojo violento de estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Chilpancingo, el pasado 12 de diciembre? La respuesta es obvia y semejante a la que emitió Jorge Carrillo Olea en 1994: Angel Aguirre Rivero, gobernador de Guerrero, quien ahora no encuentra la forma de salvar las apariencias y evitar su paso a la historia como represor y asesino.

Sin embargo, todo apunta a que los hechos quedarán impunes. La lenta marcha para aplicar la justicia es evidente, mientras el gobierno federal y el estatal se echan la culpa de lo sucedido, todo en aras de aplicar tácticas dilatorias. Aguirre Rivera no caerá a menos que el pueblo guerrerense logre su derrocamiento.

Para colmo de males, el tema está sirviendo para generar presencia mediática a los actores políticos de siempre. Por ejemplo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó ayer un punto de acuerdo por el que se crea un grupo de trabajo que dé seguimiento a las investigaciones sobre la muerte de estudiantes normalistas de Ayotzinapa. El diputado proponente fue Gerardo Fernández Noroña, del grupo parlamentario del PT. ¿Creen ustedes que servirá para algo la mentada comisión especial? Me parece que no. Y en el mismo plano de injusticias podemos colocar el asunto de Jethro Ramsés Sánchez Santana, joven secuestrado, torturado y asesinado por soldados, a principios de mayo del presente año, en plenas instalaciones del 21 Batallón de Infantería con sede en Cuernavaca. El caso va para largo, aunque todavía podemos confiar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos ministros deberán dictaminar si el juicio de los implicados se ventila en un juzgado militar o uno del fuero común. Esperemos de tres a seis meses para ver y después diremos.

Cambiando de tema comentaré que el Consejo Político Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) designó ayer, por unanimidad, a los 94 integrantes de la Comisión Política Permanente, órgano que regulará tiempos y desarrollo de las etapas electorales rumbo a la elección estatal del 2012. El presidente del Comité Directivo Estatal, Amado Orihuela Trejo, será quien presida la Comisión Política Permanente. El diputado Andrés González García será el secretario técnico. Entre las facultades que tendrá dicha Comisión Política se encuentra la supervisión al proceso de elección de quienes contenderán por un cargo de elección popular el año próximo. ¿Cuidarán que no se vendan las candidaturas como ha ocurrido en otras épocas? Ojalá y así sea. Por lo pronto, desde la cúpula priísta morelense se están ofertando esos espacios, quizás en el ánimo de generarle simpatías al propio Orihuela Trejo quien, no obstante, merece el beneficio de la duda.

En el mismo escenario donde sesionó ayer el Consejo Político del PRI-Morelos (el auditorio del Sindicato de Trabajadores Petroquímicos de Jiutepec), Amado Orihuela Trejo se mostró muy seguro de que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI emitirá en enero la convocatoria para la elección de candidatos a varios cargos importantes, entre ellos el de gobernador. Y será entonces cuando él mismo decida si buscará la candidatura gubernamental u otra para diferente posición. En parte tiene razón, pues el CEN del PRI buscará primero zanjar la postulación de aspirantes al Senado de la República y la Cámara Baja, a fin de proceder después al delicado asunto de la candidatura al gobierno de Morelos. El PRI llevará a cabo el registro de candidatos a senadores y diputados federales entre el 15 y el 25 de enero. Así de que, esperemos para ver y después diremos. Uno de los aspirantes al Senado de la República, por el PRI, será Vinicio Limón Rivera, secretario general de la CTM-Morelos, quien ayer señaló que el aumento del 4 por ciento al salario mínimo (que se traduce en dos pesitos con 45 centavos) es una mentada de madre para los trabajadores, pues la clase obrera no alcanza a cubrir sus necesidades con semejante insulto.

En distinto tema preguntaré a ustedes: ¿Dónde creen que se determinará la elección del próximo gobernador de Morelos? Según estadísticas correspondientes a la elección de 2006, la votación de entonces nos otorga parámetros para ubicar los mayores porcentajes de electores por zonas geográficas y las regiones con mayor densidad electoral. Cuernavaca generó 177 mil 308 votos, es decir el 25.19 por ciento del total; Jiutepec, 77 mil 115 votos (10.96 por ciento de la votación); Cuautla, 66 mil 109 (9.39 por ciento); Temixco, 36 mil 272 votos (5.15 por ciento); y Yautepec, 36 mil 201 votos (5.14 por ciento). Este primer grupo (incluyendo a la capital morelense) representó el 55.84 por ciento de la votación total. Continuamos: Ayala, Jojutla, Emiliano Zapata, Puente de Ixtla, Xochitepec, Tlaltizapán, Zacatepec, Yecapixtla y Tepoztlán representaron el 25.70 por ciento de la elección. Y Tlaquiltenango, Axochiapan, Miacatlán, Tepalcingo, Huitzilac, Tlayacapan, Atlatlahucan, Amacuzac, Tetela del Volcán, Ocuituco, Jonacatepec, Jantetelco, Temoac, Coatlán del Río, Mazatepec, Totolapan, Zacualpan de Amilpas, Tetecala y Tlalnepantla significaron el 18.46 por ciento del total de la votación. Quien garantice la victoria en el primer grupo será el nuevo gobernador de Morelos, desde luego ampliando también el triunfo sobre el resto de la entidad. A ver.