Es decir: Orihuela se metió en un auténtico berenjenal tras dejarse sorprender por el canto de las sirenas. Así las cosas, al presidente del CEN priísta, Pedro Joaquín Coldwell, no le quedó otra más que empujar la sustitución forzada de Orihuela Trejo. O por lo menos le colocaron una cuña en la secretaría general, en la persona de Joaquín Hendricks Díaz, ex gobernador de Quintana Roo. Amado debió solicitar licencia ayer para separarse del cargo ante las múltiples señales que le envió el Comité Ejecutivo Nacional, pero no lo hizo. Y lejos de abonar a la unidad tricolor y definir una posición (ser precandidato o líder partidario) propició un forcejeo que pudiera tener relación con el “Día D”, o sea mañana, cuando la cúpula tricolor nacional abrirá los sobres conteniendo los datos de las encuestas aplicadas por Roy Campos y Federico Berrueto el pasado fin de semana a fin de medir el posicionamiento de tres punteros. Conseguir una salida decorosa o mantenerse en la dirigencia estatal del PRI hasta el periodo de elección de candidatos a senadores y diputados federales (entre el 23 y 27 de enero), esa es la cuestión para el legislador local.
Ayer comenté que entre los 12 aspirantes a la ansiada candidatura priísta ni son todos los que están, ni están todos los que son. Es más: hay varios que han servido como Caballos troyanos a favor del partido gobernante. Jorge Meade Ocaranza, consejero político nacional del PRI, es uno de los miembros de la clase priísta que, tras la debacle del 2000, se mantuvo firme sin coquetear en lo mínimo con grupos panistas, tal como sí lo hicieron otros de los apuntados. Meade declaró ayer algo trascendente, que tiende a abonar a la unidad de su partido. He aquí algunos de sus conceptos: “Ninguno de los aspirantes a la candidatura debe renunciar al compromiso asumido de respetar las determinaciones del comité nacional del tricolor y colaborar en la culminación exitosa del proceso interno de selección del abanderado a la primera magistratura estatal (…) El comité nacional del PRI y su presidente Pedro Joaquín Coldwell cumple con su palabra de informar con oportunidad y diligencia a todos los aspirantes sobre los pormenores del proceso, pero también debemos entender que hay temas que son exclusivos de la dirigencia nacional; nuestro deber como priístas es darle nuestro voto de confianza (…) Ninguno de los que aspiramos a esa posición podemos sentirnos ignorados o sorprendidos, ya que todos hemos sido tomados en cuenta y al final lo que corresponde será respetar y acatar la determinación de un candidato o candidata única”. Hasta aquí estas citas, pero agregaré una más, emitida por alguien que ha sido delegado especial en 15 estados del país: “El PRI tiene capacidad para dotar a sus militantes de los espacios de desarrollo político donde mejor puedan aportarle al instituto político y a la sociedad”. O lo que es lo mismo: la clase política priísta deberá trabajar a favor de la unidad y del candidato respectivo (sea quien sea), partiendo de la premisa de que habrá espacios para todos. Si algo tiene el PRI es una gran capacidad para cumplir el papel de una gigantesca agencia de colocaciones. Nadie debe llamarse sorprendido. A ver.
Y a propósito de troyanos, Guadalupe Miranda Rodríguez, José Agustín Reyes Cortés, Angel René Méndez Rodríguez, Miguel Angel Beltrán Cerritos, Argel Carnalla Serrano, Gamaliel Ramírez Hernández, Patricio Sánchez Ocampo, Eliasib Polanco Zaldívar y Jesús Fuentes Orihuela presentaron ayer ante Homero Díaz Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, una denuncia en contra de Jorge Morales Barud, uno de los 12 aspirantes a la candidatura gubernamental tricolor. Sus representantes jurídicos son los abogados Patricia Miranda Morales, Fabiola Tapia Arce, Eduardo Ramírez Castañeda e Israel Alfonso Rodríguez Gómez. El documento, del cual tenemos una copia, consta de 18 páginas donde, entre otros argumentos, se indica que “la militancia del Partido Revolucionario Institucional en Morelos considerábamos que Jorge Morales Barud estaba afuera del Partido por ser panista, pero ahora que desea ser candidato a gobernador del Estado por parte del PRI o inclusive para cualquier otro cargo de representación popular (como ‘premio’ de consolación), creemos que no debe de pasar inadvertida la deslealtad de este militante y cuadro (que lo es de iure pero no de facto), ya que en los hechos ha apoyado activa, decidida e indubitablemente al Partido Acción Nacional en los últimos dos sexenios gobernados por el PAN en el Estado, al hacer acciones proselitistas en los procesos electorales federal y local de 2006 y 2009, a favor de candidatos del PAN, obstaculizando las campañas del Revolucionario Institucional y sus candidatos, desprestigiándolos ante el electorado, difundiendo ideas y realizado actos con la pretensión de provocar divisiones en el Partido; se ha solidarizado con la acción política del Partido Acción Nacional; de igual manera, en su afán de posicionar al PAN y sus candidatos, ha promovido y apoyado actos de proselitismo de sus candidatos, ante la ciudadanía morelense y las estructuras de nuestro partido principalmente en el Distrito IV Federal (Jojutla), que comprende los municipios de Miacatlán, Coatlán del Río, Tetecala, Mazatepec, Xochitepec, Zacatepec, Jojutla, Tlaquiltenango, Amacuzac y Puente de Ixtla, así como en la capital Cuernavaca”. Sopas.
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Lopez: si queremos que nuevamente vuelva a gobernar nuestro partido tenemos que… Compartelo!
Hey
MEMO CINTA PIERDES CREDIBILIDAD, POR QUE NO MENCIONAS LOS AMPAROS QUE LE… Compartelo!