El acto tuvo lugar anteayer en el Salón Casanueva del restaurante Las Mañanitas, cuya posesión se le ha atribuido al mismísimo titular del Poder Ejecutivo, cosa que tanto él como Francisco Bernot, verdadero dueño del establecimiento, se han encargado de desmentir en distintos foros y escenarios. El 27 de agosto del presente año, durante un encuentro con operadores y permisionarios de taxis (Auditorio de Teopanzolco), el gobernante aludió el tema afirmando que le habían endilgado una “pinche mentira”. También negó ser el propietario del equipo Zacatepec. Y días después, el 22 de septiembre en el hotel Casa Azul, Bernot encaró a Manuel Martínez Garrigós espetándole cara a cara que jamás ha vendido Las Mañanitas, mucho menos al gobernador tal como el ex alcalde de Cuernavaca y actual diputado local había dado a conocer semanas atrás en alguna etapa de la remodelación de la calle Ricardo Linares.
2.- Como era de esperarse, la remodelación de la multicitada arteria citadina generó infinidad de especulaciones y rumores, pero también enojo en miles de automovilistas y transportistas que la utilizan cotidianamente para trasladarse hacia el centro cuernavacense. La obra tardó más de lo programado debido a problemas técnicos inherentes a las redes de agua potable y drenaje; a la colocación del alumbrado público con cableado eléctrico subterráneo; y al tendido de las líneas de telefonía y televisión por cable, también en el subsuelo. Sin embargo, he de precisarle a usted que la calle no se abrió de inmediato a la circulación vehicular porque no se concluyeron los trabajos de cableado en los servicios ya mencionados. Y aunque la vía se reconstruyó con materiales de excelente calidad (a gran costo), propiciando un contexto urbano semejante al de importantes centros históricos de otras regiones mexicanas, caracterizados por su belleza, a los críticos de Graco no les cayó nada bien. Simple y sencillamente radicalizaron sus posiciones mediante las redes sociales. Me parece que los cuestionamientos hacia la figura gubernamental tienen como fondo la propiedad de Las Mañanitas, por más aclaraciones que al respecto hubiesen hecho ya tanto Graco Ramírez como Francisco Bernot. La incredulidad ha prevalecido. El daño de imagen es grave y no debería subestimarse.
3.- Con su estilo para ejercer el poder, Graco Ramírez tiene la siguiente disyuntiva: aceptar la crítica y modificar el escenario de incredulidad o simplemente ignorar a sus detractores. ¿Creen ustedes que ha funcionado la radicalización de quienes hoy siguen siendo críticos acérrimos de Graco? ¿Le han causado mella? A mí me parece que no. Y es aquí donde quiero retomar “Punto y Aparte” del 21 de agosto de 2013, fecha en que transcribí varios párrafos del excelente artículo de Daniel Eskibel, máster en consultoría política de la Universidad José Cela de Madrid, titulado “Cuando los opositores se radicalizan el gobierno suele beneficiarse”. Este trabajo se relaciona con lo antes expuesto y nos ayuda a comprender el origen de las frecuentes agresiones de algunos políticos a Graco Ramírez, aunque me parece necesario recordar que el propio mandatario, durante su etapa de consolidación en la política local (desde 1993, cuando arribó a esta entidad, hasta 2006, cuando se convirtió en senador de la República), también utilizó los mismos recursos para impugnar a los gobernantes en turno.
4.- Escribió Daniel Eskibel: “Algunos políticos opositores creen que cuánto más radicales sean sus posiciones políticas tanto más daño le harán al gobierno. Pero no es así. A veces sucede lo contrario y el que sale beneficiado es el gobierno. No me refiero a las luchas contra dictaduras ni a las guerras civiles, sino a situaciones democráticas comunes, en países donde la lucha política se despliega dentro de la legalidad institucional. Dentro de esa legalidad, algunos opositores maximizan sus posiciones. O sea: cuestionan al gobierno en todos los terrenos, en todos los temas, impugnando todas y cada una de sus acciones, criticando todas y cada una de sus palabras, repudiando a todos y cada uno de sus miembros. Elevan al máximo la tensión política de cada día con acusaciones cada vez más duras, con conceptos cada vez más duros y con lenguaje cada vez más agresivo. Acompañan el proceso con una gestualidad despectiva y llena de enojo, y también con un uso agresivo de la voz tanto en tono como en volumen”.
5.- Añadió Eskibel: “¿Por qué ese maximalismo radical beneficia al gobierno? Porque estrecha el mercado opositor, lo hace más chiquito. Al radicalizarse de este modo la oposición solo convoca a quienes piensan, sienten y actúan exactamente igual. O sea que se condena a sí misma a un círculo estrecho, un círculo de iguales, un grupo reducido. Y la oposición pone así una barrera respecto a un amplio sector del público. Sector que seguramente cuestiona al gobierno en algunos temas y terrenos importantes, pero no en otros. Cuestiona a algunos de sus miembros pero no a todos. Cuestiona algunas decisiones y declaraciones, pero no todas. No soporta vivir en constante tensión política y aunque esté en desacuerdo con el gobierno no se adhiere a políticos crispados y enojados. El maximalismo radical de la oposición suele empujar a ese segmento de la sociedad hacia el campo del gobierno, aún con diferencias y discrepancias”. Hasta aquí el magnífico artículo de Daniel Eskibel. Conclusión: más allá de lo que se afirme en torno a “Las Mañanitas” y la remodelación de la calle Ricardo Linares, Graco Ramírez está decidido a continuar con la “intervención” en otros puntos del centro citadino. A ver.
6.- Será interesante ver cómo los magistrados del Tribunal Superior de Justicia emprenden una lucha jurídica por obtener más dinero para sus bolsillos a través del haber de retiro, luego de que en dos años no lograron ponerse de acuerdo para buscar, por esa misma vía, que se emitiera la declaratoria de validez de la reforma constitucional para la autonomía financiera del Poder Judicial. Y es que la magistrada Nadia María Lara Chávez anunció que promoverán una controversia ante la justicia federal por la decisión del Congreso de asignarles diez meses de salario como pago por haber de retiro, pues los magistrados consideran que es su facultad establecer ese monto. La pugna será una mancha más al tigre de la desconfianza social que se han ganado los magistrado, pero eso es intrascendente ante su posibilidad de incrementar sus ingresos particulares. Por lo pronto ya tienen motivo para festejar con sus cientos de miles de pesos de aguinaldo. Al menos ellos sienten que sí hay justicia.