Había logrado ganar la alcaldía en una elección cerrada con el Partido Revolucionario Institucional y hecho el compromiso de desarrollar un proyecto que entre otras cosas, incluía la investigación de presuntas acciones de corrupción por parte de su antecesor Miguel Ángel Colín Nava, quien le heredaba una administración en quiebra y con pasivos millonarios.
La oferta electoral de Gisela amenazaba con una ruptura entre los gobiernos, saliente y entrante, a pesar de que su origen político era el mismo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ha pasado casi año y medio del lamentable hecho y las instancias “competentes” en las indagatorias del caso no dan muestras de avance, lo que lleva a pensar que será uno más de los que se van a los archivos, que son demasiados.
La cosa es que tras el deceso de la misma, se debió llegar a un acuerdo de negociación mediante el cual la suplente Irma Camacho García asumió la responsabilidad, bajo el compromiso de trabajar sobre el proyecto de Gisela, cuestión que no se ha dado, no por lo menos de parte de la actual alcaldesa que navega en la comuna sin rumbo ni destino.
El pacto de fuerzas incluyó la participación en la presidencia municipal, de la mayoría de quienes hicieron el trabajo de campaña, que son finalmente los que buscan afanosamente honrar la figura de la difunta cumpliendo con los ofrecimientos que hizo ante la ciudadanía.
Reiteramos, lo que sostienen algunos funcionarios locales es que muy poco se ha hecho en ese sentido y ante la responsabilidad popular, ex colaboradores cercanos de Mota Ocampo decidieron integrar una corriente política al interior del PRD denominada “Gente en Movimiento”, que pareciera emular la expresión de “Gisela Mota”.
Cabe mencionar que entre quienes aparecen en la organización referida está Juanita Ocampo Domínguez, la madre de la ex alcaldesa y presidenta municipal del sistema DIF en el ayuntamiento. También Carlos Caltenco Serrano que fuera el asesor personal, así como Noel Salgado, secretario de Desarrollo Económico; y Samuel Orihuela García, titular del sistema de agua potable.
Ya hicieron una presentación para aclarar, en principio, aquello de que al igual que algunos de sus ex compañeros de equipo, se sumarían al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es falso, que se mantienen en el PRD y van a pelear la candidatura a la comuna.
Rechazan hablar de revancha, pues consideran que no es ése el término, que por el contrario, irán a la lucha por el espacio, a fin de darle seguimiento al proyecto que quedó frustrado y que derivó en la composición de un ente medio extraño, que ha impedido un trabajo armónico a favor de la población.
Se trata de dos o tres grupos que controlan parte de las responsabilidades de gobierno, cuya mayor ventaja es que se vigilan entre sí, impidiendo en la medida de lo posible actos de corrupción, pero que también contribuyen a una especie de entrampamiento que anula avances y desarrollo en la medida de lo esperado.
Camacho García, en ese escenario, pareciera ser una figura decorativa, adolece de autoridad para ejercer el mando a plenitud y hay espacios en los que no tiene mayor injerencia, a pesar de que se supone que es la responsable de la gestión en su conjunto.
Los actores aceptan que las circunstancias no son sencillas, sobre todo, por estar identificados plenamente con el proyecto y compromisos heredados por Mota Ocampo, lo que lleva de inmediato a la posibilidad de que quienes planearon el asesinato, se sientan agredidos en sus intereses, sin embargo la postura es definitiva, van por la posición.
Como en cualquier otro partido, el perredismo en Temixco se integra por expresiones antagónicas entre sí, hay quienes buscarán pelear la plaza, uno de ellos el ex síndico Miguel Ángel Tovar Martínez, que cuenta con cierta presencia y trabajo electoral en la zona, muy en particular, en su tierra natal, Acatlipa.
Otro de los que pudieran volver a levantar la mano está David Martínez Martínez, actualmente funcionario en la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), a quien desplazó Gisela en esa justa del 2015. Sin embargo, es una figura que perdió credibilidad, porque en su desesperación por ser candidato, para la mayoría de ciudadanos, debió de recurrir a un auto secuestro, que no le funcionó.
Para Gente en Movimiento la principal tarea será conseguir el objetivo a favor de alguno de sus integrantes, porque advierten que aún no perfilan a alguien en especial, no olvidan que en la selección de aspirantes, previas las elecciones del 2015, desde el partido y algunas áreas de gobierno estatal se intentó imponer a Jesús Martínez, llevaba el apoyo de personajes de mucho peso en las decisiones. Fue necesario recurrir a acciones de presión a fin de que se permitiera una consulta abierta que finalmente la ganó Gisela.
Electoralmente, el caso Temixco es importante, porque hay diversas fuerzas que se mueven en el mismo sentido, controlar el ejercicio del poder a partir de la comuna. Y aquí no sólo se trata de partidos políticos, como debiera ser lo lógico, desde hace unos años, grupos del crimen organizado disputan la plaza y ya por lo menos en el trienio anterior compartieron decisiones desde dentro.
Pues difícilmente van a bajar la guardia, es previsible, para quienes ya se preparan para otra contienda, que se tengan que enfrentar a tal fenómeno y se advierte de riesgos bastante complicados, por eso resulta algo interesante observar el comportamiento de todas las fuerzas que se dicen interesadas en contender por un cargo que le costó la vida a quien ya lo había ganado en el 2015.
Los políticos lugareños saben qué terreno pisan y hasta dan fe de las principales figuras de la delincuencia organizada, con nombre y apellido. Y si bien es cierto que las instituciones competentes en materia de investigación no han ofrecido un desenlace respecto al caso Gisela, la mayoría de habitantes acá cuentan con sus propias conclusiones y en ella hablan de un suceso en el que confluyeron personajes de la política con los de la maña.