Sin embargo, los comentarios, cada vez más insistentes, indican que el antagonismo no ha terminado y por el contrario en algunos casos se han radicalizado más, frente a un proceso tan interesante como la elección presidencial del 2012.
Claro, tampoco en el lado del principal enemigo, el tricolor, las cosas andan del todo bien. Apenas están intentando recuperar la relación entre grupos, ya sea en el Poder Legislativo o en el CDE del partido.
No obstante, se antoja que por lo que toca a los priístas, como que ya tocaron fondo y vienen de regreso. En lo que corresponde a los panistas, pudieran entrar en mayor conflicto.
Por todo lo ocurrido en la justa anterior, se afirma que se generó un distanciamiento entre los dos senadores, Sergio Álvarez Mata, candidato perdedor por Cuernavaca; y Adrián Rivera Pérez, quien continúa trabajando por su candidatura al gobierno estatal dentro de dos años.
Pero de siempre se ha sostenido que entre Adrián y el mandatario estatal Marco Adame Castillo hay fuertes diferencias que difícilmente podrían salvar, sobre todo porque van con proyectos diferentes hacia el futuro cercano.
Bueno, ahora hasta se anda comentando que al interior del gabinete ya hay dos grupos, unos funcionarios en torno al Secretario de Gobierno Oscar Sergio Hernández Benítez y otros del lado del Gobernador.
¿Y por qué esas inconveniencias? Que porque el que ocupa el segundo mando en palacio de Gobierno, también ya se apuntó para la grande y ése no es el plan de su jefe superior.
Desde Palacio, algunos colaboradores de MAC piensan que frente a las circunstancias un tanto adversas hacia la elección presidencial, ni Rivera Pérez ni alguna otra figura de la "sagrada familia" funcionaría y que en todo caso la mejor carta -como ocurrió en otros estados en justas para gobernadores- sería un ex priísta, y concretamente Jorge Morales Barud, quien hace meses dejó precisamente la Secretaría de Gobierno.
Bueno, pues que esta tendencia de los mandos superiores es la que ha distanciado al Jefe del Poder Ejecutivo con algunos de sus colaboradores, que siguen considerándose con mayores derechos a la candidatura por ser militantes históricos de ese instituto político.
Ahora bien, si lo anterior es verdad, de ninguna manera es novedoso. Casi en todas las administraciones al final del camino la institucionalidad de los principales hombres del gabinete se rompe, porque cada quien busca sus intereses y toma distancia de lo que no le conviene en la medida que sea necesario.
Pero lo que queremos reflejar aquí, es que si los problemas internos de Acción Nacional y del Gobierno estatal se prolongan, ciertamente que llegarán a la elección en condiciones muy similares a las del 2009 y sinceramente no les conviene.
Para poder remontar las pérdidas electorales del año anterior, deberán dar una muestra real de unidad, un trabajo armónico entre todos. De otra manera, podrían volver a ser presa fácil del adversario.
Y reiteramos, aunque los de enfrente tampoco pueden presumir de homogeneidad, cuando se colocan las pilas suelen poner en aprietos a los contendientes.
Pero en el caso del PAN, todavía pudiéramos tener que agregar el factor Graco Ramírez, porque el senador perredista sigue pensando que en el caso de darse una alianza con el PRD, deberá ser el agraciado y abonaría en una lucha de todos contra todos.
Considerando todas estas teorías como ciertas, nosotros le daríamos la razón al Gobernador. Ni Graco Ramírez ni Adrián Rivera serían la mejor opción para buscar mantener la gubernatura, quien les daría mayores posibilidades de triunfo sería Morales Barud.
El hombre nunca ha renunciado de manera oficial al PRI y a pesar de que así fuera, sigue teniendo mucha ascendencia en la militancia tricolor, una eventual candidatura de alianza llevaría votos del PAN, del PRD y muchos del PRI. Igual que tampoco le alcanza, pero de todos modos se acercaría, en cambio los otros dos lejos de sumar, restarían, y eso sí es muy delicado, el riesgo de derrota es mucho más alto.