Ya las peticiones están en el Congreso de la Unión y en la cámara local de diputados, en el caso de Morelos, para su revisión y análisis de parte de los legisladores.
Lo anterior nos lleva a pronosticar que la aparente calma entre los distintos poderes públicos, pero particularmente entre Ejecutivo y Legislativo, sufrirá cambios radicales por la polarización de fuerzas políticas.
Respecto a la Federación, es clara la postura de fracciones parlamentarias contrarias al partido en el Gobierno, que consideran exageradas algunas peticiones y vienen denunciando gastos excesivos en ciertos programas.
En lo que toca al estado, es predecible que la oposición asumirá actitudes y cuestionamientos más o menos similares, porque además la aprobación presupuestal anual se ha venido transformando en un instrumento político para sacar beneficio de parte de los principales actores en esa correlación.
En esta ocasión, la administración pública estatal va por 20 mil millones de pesos, unos tres o cuatro mil millones más que en el presente año, se antoja una cifra considerable, en la práctica no lo es, el estado sigue presentando necesidades urgentes por atender que requieren de dinero y la verdad es que los años recientes, sobre todo el 2009 y 2010, fueron severamente castigados en materia presupuestal, por la recesión que azotó a la mayor parte de las naciones del mundo.
Tras la salida en el Poder Judicial, de Ricardo Rosas Pérez como magistrado presidente y el arribo de Miguel Ángel Falcón Vega en su lugar, el trato frente al Ejecutivo mejoró diametralmente, el pleito era público y abierto.
También en el Legislativo, todo aquel escándalo y parálisis protagonizados por la falta de acuerdos al interior de la fracción parlamentaria tricolor parece haber quedado atrás y se observan nuevas actitudes que tendrán que dar sus resultados en los hechos.
Hay pues aparentemente un clima de trato de respeto en reciprocidad entre los tres poderes, pero reiteramos, esto de las negociaciones presupuestales los llevará por lo menos coyunturalmente, a posiciones encontradas, por la politización que se le da al tema. Ojalá que no se llegue a los extremos, el estado reclama atención urgente en muchos rubros y la responsabilidad de los políticos es atender a los gobernados, que suelen ser colocados en el último lugar de las prioridades.
INICIA PASA CAMPAÑA CONTRA CUERNAVACA
Y en otro tema, el relacionado con el conflicto del Ayuntamiento capitalino contra la empresa recolectora de basura, Promotora Ambiental de la Laguna (PASA), los empresarios del ramo están decididos a todo con tal de no perder el ventajoso contrato que firmaron la pasada administración.
Además de permanentes movimientos de protesta pública, ahora intenta desprestigiar a la capital del estado en el exterior con sendos mensajes en espectaculares, en los sostiene que aquí no hay garantía para las inversiones.
Ello prueba que a los señores lo menos que les interesa es apoyar el desarrollo de esta ciudad, llegaron exclusivamente para hacer dinero a través de un compromiso sumamente bondadoso para ellos y están dispuestos a dar la batalla para conservar esos privilegios a costa de lo que sea.
Los magnates inversionistas regiomontanos no tienen compromiso alguno con los cuernavaquenses, eso está claro, sin el menor escrúpulo se unen a las campañas de desprestigio en una abierta lucha por someter a la comuna.
Hoy menos que nunca el cabildo debe prestarse a chantajes y presiones, lo más sano es que PASA regrese a su lugar de origen, ha sido una desafortunada experiencia que a los capitalinos les costó dinero, porque lo que cobraba mensualmente por la recolección de desechos sólidos era una fortuna y ni siquiera realizaba la separación correspondiente.
Con la contratación del servicio de limpia de empresas medianas locales, la comuna comienza a recuperar el control de la basura y el dinero apoya la estructura empresarial estatal, eso debió hacerse desde el inicio, pero nunca es tarde para corregir errores.