El robo de autos es algo que se multiplica sin que se observe alguna acción efectiva de parte de las autoridades competentes, que siguen mostrando serias incapacidades para operar.
Son múltiples los hechos relacionados con ese delito, incluso figuras públicas han sufrido el despojo de sus unidades y en condiciones violentas, porque el método es el hurto en cualquier hora y lugar a mano armada.
Hace menos de dos semanas, al senador Sergio Álvarez Mata le quitaron su unidad y unos días después robaron la casa del secretario de Finanzas Alejandro Villarreal Gasca, también llevándose un auto, que luego fue recuperado.
El asunto es delicado, aunque a decir verdad, este tipo de atracos no han podido ser disminuidos. El caso es que se viene agravando paulatinamente y es lo que genera inconformidad colectiva, porque los delincuentes no parecen temerle a la autoridad.
Como que la mayor atención del gobierno federal y del estatal se concentró en la lucha contra la delincuencia organizada, pero descuidó una serie de espacios vacíos, que como es sabido por todos, tienden a ser ocupados y son los enemigos públicos los que se encargaron de ello.
Hay la percepción de que el trabajo policíaco de inteligencia se hizo a un lado, no hay cuerpos especiales preparados para rastrear bandas que se dedican a toda clase de acciones contrarias al orden público.
Hasta hace unos años, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) contaban con información precisa respecto a los focos rojos en la materia, ya estaba en los mandos superiores el proceder o no, pero de que sabían como se movían y en donde se refugiaban los delincuentes era un hecho.
Mientras no se recupere el trabajo inteligente, difícilmente podrá haber avances y cada vez enfrentaremos un ambiente más complicado, simplemente reaccionando a hechos consumados, por insuficiente esfuerzo de prevención.
ACELERA EL PASO MMG
En otro orden de ideas, el presidente municipal Manuel Martínez Garrigós parece dispuesto a aplicar una reestructuración de fondo en áreas fundamentales de la administración, sustituyendo a funcionarios que no dieron resultados adecuados y poniendo en marcha diversas inversiones para la ciudad que le han generado ya un mejor ambiente socio-político.
Sabemos que el conflicto con la empresa Promotora Ambiental de la Laguna (PASA), por la recolección y confinamiento de la basura se desarrolla en los tribunales, lo álgido del asunto se superó. Aunque los accionistas regiomontanos siguen mostrando gran enojo e impotencia porque les suspendieron el contrato.
En la vía pública se observa ya una ciudad más limpia y acaban de comprar 12 camiones más para la recolección, con eso estarán dejando atrás las coyunturales inconveniencias.
Por cierto, en torno al asunto de la basura, PASA ha venido aplicando acciones de resistencia cuestionables, sus trabajadores han realizado dos o tres marchas de protesta acusando al alcalde de ser el culpable de que estén en el desempleo.
Ello es inaudito, porque el Ayuntamiento capitalino no es el patrón, ya que ellos laboran en una empresa privada y toca a esos empresarios regiomontanos resolver el caso, pero es la desesperación que los lleva a cometer errores.
Pero decíamos que MMG comienza a apretar el acelerador, arrancó a través de la Secretaría de Obras Públicas la remodelación y rescate de 20 glorietas. Hay dos muy importantes, la Paloma de la Paz y la de Atzingo, en la parte norte de la capital del estado.
Cuernavaca, por ser un territorio eminentemente turístico, necesita inversiones permanentes de conservación y embellecimiento, hay espacios atractivos por naturaleza, pero el descuido es tal, que su infraestructura urbana se viene colapsando.
No olvidamos que el hoy occiso Alfonso Sandoval Camuñas se esforzó por mejorar la imagen de la capital, rescató lugares históricos como el Salto de San Antón, pero la falta de mantenimiento lo dejó perder, de ahí lo trascendente de atender este rubro.