Bueno, en sus cuatro años de gestión, Jorge Carrillo Olea impulsó el desarrollo de la Central de Abasto de Emiliano Zapata con la firme intención de llevar a más de cuatro mil comerciantes del ALM a aquel lugar, propuesta que fue rechazada unánimemente por los locatarios.
Este centro comercial es el más importante en el estado, aún por encima de novedosas tiendas de autoservicio que han venido multiplicándose en la entidad de unos años a la fecha, porque es desde donde se surten al mayoreo miles de negocios pequeños y medianos de todos los rincones de Morelos.
Desde las primeras horas de la madrugada de cada día, el ALM se ve atascado de mercancías que son suministradas por introductores y mayoristas a consumidores intermediaristas, que son los que llevan los productos a sus localidades. El área de estacionamiento norte es el sitio de concentración.
Sin embargo, la enorme nave construida en la década de los sesentas durante la administración del Presidente de la República Adolfo López Mateos (de ahí su nombre) no ha recibido mayor atención e inversión de mantenimiento siquiera en lo indispensable y muestra los estragos del tiempo.
Hace muchos años que no visitábamos las instalaciones de la administración del mercado, pero fue lamentable observar que tras el incendio que sufrió hace unas semanas, aquello sólo son ruinas, se ve que los gobiernos municipales anteriores no quisieron meterle dinero.
Bueno, lo que fuera el despacho privado del administrador es hoy un espacio abierto, el mobiliario consta de uno o dos escritorios casi inservibles, cuyas puertas de acceso no tienen ni chapas y los sanitarios, para qué abundar, si son los espacios que muestran la mayor destrucción.
Sin embargo y con mucha voluntad, el recientemente nombrado administrador Pedro Vargas Prisciliano hace lo que puede por atender a los cientos de quejas de los expendedores que también han contribuido al desastre y desorden del centro comercial, porque vienen avanzando sobre los pasillos, cerrando cada vez más los accesos a los consumidores, que por miles se dan cita diariamente en este lugar para comprar las necesidades de la semana.
Ojalá los sueños, esperanzas y compromisos se cumplan, porque dice Vargas Prisciliano que aceptó el cargo con la condición de que se desarrollarán diversos proyectos de recuperación del ALM en lo que resta del Gobierno de Manuel Martínez Garrigós.
Uno de éstos necesariamente es dignificar sus propias oficinas, a fin de dar mejor servicio y atención a los comerciantes, otro es la construcción de un estacionamiento en dos o tres niveles, porque no hay en este momento lugar suficiente para los visitantes y también se tiene propuesto construir una especie de deportivo y gimnasio en el área sur del mercado, donde hay unas canchas de fútbol rápido.
Necesariamente tendrá que ser con fondos de la Iniciativa Privada o a través de algún crédito, porque estamos hablando de millones de pesos en momentos en los que los recursos públicos son muy escasos.
Sí, hasta el momento ha sido imposible reubicar este monstruo y de seguir ahí por lo menos se le deben aplicar modificaciones y mejoras que hagan menos pesado el trayecto a los consumidores.
Hoy es casi un martirio tener que transitar por sus pasillos internos, por lo reducido de éstos, y la gran concurrencia de sectores populares no sólo de Cuernavaca sino del interior del estado que siguen considerando al ALM como el mejor sitio para obtener productos frescos a los precios más accesibles.
Claro, ya en el camino tendrían que corregirse algunos inconvenientes que han sido objeto de polémica desde siempre, como lo relacionado a la administración de los baños y estacionamientos, hay agrupaciones que los tienen bajo concesión y nadie sabe con claridad a dónde van a parar esos ingresos.
Por eso decimos que desde dentro del Adolfo López Mateos hay aquellos que se han beneficiado sin retribuirle lo que le corresponde a este espacio comercial tan tradicional, incluso se ha llegado a pensar en que algunos de los incendios han sido provocados para desaparecer documentos cuando se amenaza con auditorías.