Pero a unas cuantas semanas de ello, ya la lucha interna por el futurismo entre los tricolores se aprecia fuerte y los actores que buscan reflectores han empezado a tirar los primeros escopetazos.
Una figura que busca notoriedad cada vez que se aproximan elecciones, es el secretario general -eterno- de la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), Vinicio Limón Rivera, tratando de descalificar a algunos de sus compañeros de militancia en la búsqueda de candidaturas.
La pareja poblana-oaxaqueña de Maricela Sánchez Cortés y Guillermo del Valle Reyes, ex líderes partidistas, después de un buen tiempo de calma, sacaron la cabeza para acusar al actual dirigente Amado Orihuela Trejo de no haber entregado las participaciones mensuales respectivas a los comités municipales. Ellos, de acuerdo con los antecedentes, nunca lo hicieron, pero durante más de ocho años que tardaron al frente del CDE.
Y quien anda igualmente acalorado, considerándose candidateable a la gubernatura, es el diputado federal Francisco Moreno Merino.
El legislador federal quiere buscar la grande y ha pretendido abrir fuego en contra del presidente municipal Manuel Martínez Garrigós, a quien seguramente ve con posibilidades de quitarle su oportunidad.
Éste puede ser nuevamente uno de los obstáculos que los lleve como partido a disminuir posibilidades reales de regresar por el poder al más alto nivel, la gubernatura.
Casi de milagro lograron pactos de civilidad en la elección del 2009 y mire los resultados: se llevaron casi todo. No obstante, las inconveniencias entre ellos han empezado a percibirse y eso sólo abona en la confrontación de grupos y corrientes.
Claro, en este momento se aprecia ya una guerra de baja intensidad al interior de todos los partidos políticos por los intereses en juego. En el PRI esto suele ser muy característico.
Se ve en los altos niveles y por las posiciones de mayor relevancia, pero en los Ayuntamientos las cosas andan igual. Los primeros que quieren mano en la selección de cuadros, son los presidentes municipales que caen en la tentación de buscar herederos o posicionar a sus más cercanos. Ahí es otro campo de lucha que se va a recrudecer en lo sucesivo.
Como cada tres años, diputados locales buscarán regresar como alcaldes de sus respectivos territorios y los ediles, llegar al Congreso local, que es lo más inmediato y congruente de acuerdo con su estatura política de medio pelo.
Pero en medio de todo esto y para el caso muy particular del tricolor, en la elección venidera se observará un cambio de grupos de influencia; Maricela y Guillermo han sido desplazados y acaso intentarán negociar algunos espacios después de haberse erigido casi como dueños absolutos de la membresía priista durante más de ocho años.
Sustancialmente orientarán la conformación de fórmulas de competencia electoral, quienes encabezan el CDE del PRI en este momento, el grupo en torno al presidente municipal Manuel Martínez Garrigós, algunos legisladores de la fracción en el Congreso local y uno o dos diputados federales que serán seguramente consultados.
Fuera de eso, difícilmente prosperará alguna "recomendación”, porque incluso aquellas figuras "sagradas" que llegaron a erigirse como "líderes morales" de los priistas en el pasado reciente, están rebasadas y prácticamente en extinción.