Hay representaciones con manga ancha hasta para hacer negocios, uno de ellos, el regidor del PRD, David García, brazo directo del senador Graco Ramírez Garrido que de esta forma tiene la mano bien metida en asuntos que se prestan a especulación.
Lo menos que se afirma es que se encuentran atrás de fuertes desarrollos habitacionales a los que les garantizan suministro de agua y otros servicios a costa de dejar sin vital líquido a colonias enteras de este municipio.
Pero como él, hay dos o tres regidores más que se manejan con bastante soltura y controlan áreas fundamentales de la comuna, donde colocan a incondicionales, ya sea con fines económicos, o electorales a futuro.
Cuadros priistas locales están confundidos, porque dicen percibir señales en el sentido de que el alcalde pareciera estar coqueteando en exceso con azules y amarillos. Refieren por ejemplo que en su oportunidad invitó al senador Graco Ramírez a un evento en un salón de la ex Hacienda de Temixco, donde se desvivió en agradecimiento por presuntas gestiones del perredista.
En otra ocasión, hizo lo propio con el senador del PAN, Adrián Rivera Pérez, bajo los mismos esquemas de halago que no parecen muy adecuados para alguien que milita y ejerce el poder municipal desde una trinchera distinta.
Lo más curioso, y eso es lo que les preocupa, sostienen que cuando se acercaba el cierre de campaña del diputado Amado Orihuela Trejo como aspirante al CDE del PRI, realizó un acto en el salón de evento Ojeda, frente al balneario ex Hacienda de Temixco, al que no acudió Bandera Zavaleta, ni algún otro personaje cercano a él, como en el caso de Dante González, de Servicio Generales o Jorge Lagunas, de la Coordinación de Asesores.
Todas estas cosas están provocando reacciones por todos lados y las corrientes priistas en el municipio han comenzado a trabajar respecto a propuestas viables hacia la elección del 2012.
En estos planes están ya descartadas distintas figuras que intentan proyectarse hacia cargos electorales, como los antes mencionados Dante González o Jorge Lagunas, precisamente por las inconsistencias que, una vez en el ejercicio del poder, se observan y que muestran una falta de compromiso con el partido que los llevó al cargo.
Las presiones llegan ya hasta el CDE, y a pesar de que Georgina Banderas, hija del alcalde, ocupa la Secretaría General del partido, las quejas logran abrirse paso y han indicios de que existe la disposición de congelar a muchos que pretendieron utilizar cargos municipales para hacerse promoción personal o de plano, usar recursos públicos e influencias para negociar candidaturas.
Ejercer el poder público en estos tiempos de tanta dificultad económica y presupuestal es muy aventurado, cualquier error lleva a la pérdida de la credibilidad y sobre todo, el incumplimiento de promesas causa decepción colectiva que es una manera de sepultar a los políticos.
Pero cuando además de todo eso, se cae en la deslealtad, la falta de seriedad y respeto a acuerdos de toda naturaleza, ya las cosas se ponen más difíciles.
La queja acá es pues en el sentido de que el alcalde dejó "colgados de la brocha" a los priistas que desde diversas trincheras le ayudaron para lograr la recuperación de una Presidencia Municipal que perdió el tricolor en el 2000, a manos del panista Floriberto Miranda Román.
Sólo se incluyó a un grupo proveniente de Acatlipa, porque buena parte de los funcionarios de diversos niveles, contando al mismo edil, vienen de esta parte de Temixco. Lo demás, cerca del 70 por ciento de los espacios importantes de la comuna, está en manos de opositores panistas o perredistas que de esa manera manejan casi a su antojo e intereses muchos de los programas y recursos de la alcaldía.
Bueno, aparecen en posiciones interesantes, tres ex alcaldes, Juan Flores Esquivel, quien tiene a cargo el sistema de agua potable, Cecilio Huicochea y Próspero Arenas Melgar, que a decir de muchos quejosos, poco o nada aportan al trabajo de conjunto y más bien son una carga. Y hay otro más por ahí incrustado, el también ex edil, Roberto Olivares Mariaca, es decir, toda la rezoca del viejo PRI.