Aquí en Morelos, por ejemplo, Floriberto Miranda se instaló en la Presidencia Municipal de Temixco sin tener mínimos antecedentes de manejo político o administrativo, el hombre manejó la comuna con los pies y lo único que hizo fue riqueza personal. Hoy es empresario del ramo educativo y cuenta con otros negocios.
En el 2006 aparecieron improvisados por el lado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al amparo de la sombra de Andrés Manuel López Obrador, incluso Graco Ramírez Garrido, senador perredista, fue beneficiado por el arrastre del tabasqueño, ya lo traicionó y se refugió con Jesús Ortega.
Y en la justa parcial del 2009, ya con un PAN y un PRD desgastados, viene la tendencia priista, de la que igualmente aparecieron afortunados que ostentan representaciones francamente inmerecidas, sobre todo porque fueron desleales en su oportunidad al tricolor.
Pero ese tipo de gente es capaz de recurrir a lo que sea si ello abona en sus aspiraciones, últimamente personas de esas se han sacado de la manga "recomendaciones" de los pocos amigos que les quedan en las altas ligas de la política.
Bueno, más de uno hace poco filtró la información en el sentido de que se había reunido con el mandatario estatal, claro, sólo aquellos desinformados o igualmente involucrados que se la creyeron o le hicieron el caldo gordo, porque nunca hubo tal, además de que esos no son los conductos en este momento.
Varios de los políticos con cargos de elección ganaron de chiripada porque esa fue la elección del PRI, en condiciones normales no habrían ganado ni la ayudantía de su colonia, de tal manera que pensar en aspirar a la candidatura por el Gobierno de Morelos es francamente descabellado.
En los últimos meses se han levantado algunas encuestas y estudios de opinión respecto a quienes pueden contender por la gubernatura de Morelos y por supuesto que quienes creen tener méritos no están en la mente de ningún elector.
Los únicos que aparecen son Rosalina Mazari Espín, Amado Orihuela Trejo y Manuel Martínez Garrigós por el tricolor; Adrián Rivera Pérez y Jesús Giles Sánchez por el PAN, así como Graco Ramírez, Rabindranath Salazar Solorio y Juan Salgado Brito del lado del PRD.
Si hay más que sueñan ser tomados en cuenta, están desechados, pero no por sus partidos, sino por los que deciden en las urnas, los electores.