Los hechos se dieron como a las 10 de la mañana del sábado pasado; el cuerpo de Esmeralda Sinaí Reyes llegó al Servicio Médico Forense (Semefo) de la Procuraduría General de Justicia del estado hasta las nueve de la noche, porque hubo quienes, desde la comuna, dilataron todos los trámites.
Ante esto, los padres iniciaron una denuncia formal en contra del presunto responsable Lauro Dávila García, y decimos "presunto" porque uno de los testigos presenciales del percance sostiene que quien iba manejando el vehículo no era él, sino un hijo menor de edad.
Más aún, tras el desafortunado hecho, los vecinos les pidieron que se detuvieran, pero se fueron, tal vez intentando escapar; sin embargo, los pobladores ya habían registrado las placas de la pipa, y era imposible ocultarlo.
El caso es que los padres han solicitado también el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos y del Congreso local para que se investigue al culpable directo que sería el hijo de Lauro Dávila, quien por cierto ya anda libre mediante amparo.
El edil Cortés Cueto fue trabajador de Caminos y Puentes Federales. Uno de sus compañeros dijo al reportero que "efectivamente, su familia se dedica al manejo de pipas. Dávila García debe ser uno de sus trabajadores; por eso lo protegen".
Se trata de un homicidio culposo que merece ser sancionado, porque está de por medio la vida de una menor, pero el tráfico de influencias y los abusos de autoridad parecen ser los elementos que impiden la aplicación de la justicia en este caso tan delicado.
Por lo que se sabe, la acción del padre es encubrir al hijo echándose la culpa; de todos modos, ambos serían copartícipes, porque no debió permitir que el menor condujera la unidad si aún no está en edad de hacerlo.
Pero por lo menos habría la certeza de una correcta aplicación de la ley si desde la alcaldía no se estuviera manoseando el proceso. No obstante, se aprecia que desde la misma Procuraduría se actuó tardíamente, quizás por la mediación de Cortés Cueto.
NOMBRA PRI SUS COMISIONES
Y en otro tema, luego de un fallido intento que los llevó incluso a un enfrentamiento entre corrientes alternas, la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) nombró diversas comisiones que tienen que ver con la vigilancia de sus manejos internos, uno de ellos el económico.
La semana pasada algo les salió mal, que la dirigencia municipal de Cuernavaca hizo abortar el consejo político donde se harían los nombramientos respectivos. Se dieron a la tarea de dialogar entre los principales actores priistas y ayer sin contratiempo alguno concretaron los objetivos.
Por las tendencias electorales que se vienen observando hace rato, los ojos de la mayor parte de los políticos locales están puestos en el Revolucionario Institucional. Los hechos de la semana pasada tomaron relevancia en todas las esferas políticas. Muchos personajes que miran hacia el 2012, desde trincheras partidistas distintas, lo festejaron porque saben que la confrontación interna es lo que puede menguar la fuerza del tricolor, y en ello tienen fundadas sus esperanzas.
Seguramente en el CDE del PRI así lo leyeron y trabajaron de inmediato sobre la recuperación de la unidad, y se observó el esfuerzo. Lo peor que les puede ocurrir es pelearse por lo que todavía no tienen, la recuperación de la gubernatura estatal.
Desde fuera se les sigue considerando el enemigo a vencer en la justa del próximo año. A pesar de algunos inconvenientes y del desgaste natural que genera el ejercer el poder en muchas presidencias municipales, incluyendo la capitalina, siguen a la cabeza, y desde el PAN, PRD, u otra trinchera, saben que la única manera de bajarlos del caballo es que ellos se peguen solitos, lo saben hacer, pero últimamente han sabido cuidarse más.