El presidente de Bienes Comunales, Alejandro Mancilla Cueto, se aventó el paquete, pero hasta donde sabemos, esto le viene ocasionando hasta amenazas de muerte de aquellos que vivían de vender sus terrenos muchas veces, amparados en la anarquía y el desorden legal.
El asunto es que frente a esta decisión, solicitó la intervención del gobierno estatal que ciertamente es un tercero beneficiado porque la indefensión en la que viven aún cerca de cinco mil personas de esos fraccionamientos, era motivo de reclamos, protestas y manifestaciones que llegaban hasta el Palacio de Gobierno.
Sorprendentemente la posición gubernamental fue de rechazo, pero no se crea que por considerar desacertada la determinación de aquella comunidad, sino porque piensan que muchos de esos ciudadanos avecindados en Huitzilac podrían no votar por el Partido Acción Nacional (PAN).
Esto sí que es lamentable, es decir, para algunos "servidores públicos" del gobierno estatal lo que hay que cuidar es el clientelismo político-partidista; lo que menos les interesa es coadyuvar en un proyecto de legalización y de aplicación de justicia a favor de quienes tienen en riesgo su patrimonio familiar.
Se trata sin duda de una posición mezquina y electorera que seguramente les va a pegar a pesar de que opongan resistencia.
Y es que frente a los intereses lastimados y las amenazas hacia Mancilla Cueto, lo menos que debería hacer la autoridad es acompañarlo hasta aterrizar los objetivos, pero la solicitud encontró una absoluta negativa.
Del Ayuntamiento ni pensar porque el presidente municipal, por cierto de extracción panista, Arturo Cortés Cueto es uno de los que se presume que, a través del síndico municipal y otros colaboradores suyos, está metido en la compra venta y despojo de tierras en toda la región, es decir, uno de los que hay que cuidarse en lugar de recibir el apoyo.
Otro argumento de funcionarios del gobierno estatal es que "nosotros gobernamos el municipio -hablando del PAN-. Sabemos que Mancilla Cueto aspira a algún cargo de elección popular; lo que quiere es notoriedad. Por eso no le ayudaremos", más o menos así se expresó un asesor gubernamental.
La realidad es que en esta parte de Morelos difícilmente volvería a ganar Acción Nacional. Cortés Cueto ha unido a todos… pero en su contra. El nepotismo, amiguismo y compadrazgo es descarado. No ocultan sus intereses y manejo discrecional de los recursos públicos y el acaparamiento de posiciones para familiares directos del alcalde, síndico o regidores.
La inconformidad ya es mucha y desde la administración pública estatal como que no les interesa lo que ocurre. El edil hace lo que quiere y no admite reclamos de nadie.
Efectivamente, Bienes Comunales se ha convertido en el fiel de la balanza y el equilibrio, pero porque la población está buscando en donde refugiarse ante las atrocidades de Cortés Cueto.
Y viéndolo bien, eso de que Mancilla pudiera ser candidato a algo no está nada descabellado, porque viene generando un buen liderazgo y no faltará partido que lo quiera aprovechar, y mire que ganaría de calle.
Sin embargo, Alejandro parece estar muy preocupado por las enemistades que la aprobación a la regularización de fraccionamientos le acarrea, y de entrada, responsabiliza al gobierno estatal, municipal, actores al interior de Bienes Comunales con fuertes intereses, de su seguridad personal y de su familia.
De cualquier forma, insistimos en que se trató de una decisión histórica; nadie había querido "agarrar al toro por los cuernos". Ojalá secundaran su ejemplo en otras comunidades como Ocotepec, Ahuatepec o Santa Catarina, donde se enfrentan situaciones muy similares en tráfico de tierras comunales por comuneros que venden cuatro o cinco veces un mismo predio ateniéndose a la inexistencia de reglas claras en esa materia.
Radiografia del Poder
Lectura 2 - 4 minutos
Comuneros de Huitzilac
Pisando callos
Hay hasta amenazas de muerte.
Los comuneros de Huitzilac, por mayoría absoluta en asamblea, decidieron permitir la regularización de unos 25 fraccionamientos instalados en ese municipio y en una extensión calculada en 600 hectáreas.
Se antoja una acción bastante interesante, porque se le hace justicia a quienes han venido comprando de buena fe en esa región, y sin una regla clara que los protegiera, eran permanentemente despojados incluso por los mismos comuneros que negaban las transacciones hechas por sus antecesores.
Inicia sesión y comenta