A decir de algunos funcionarios menores, esto representa una fuerte duplicidad de gasto corriente que impacta en el presupuesto anual asignado a cada una de esas áreas.
Más aún, el mismo ir y venir del personal de una oficina en palacio a otra fuera del Centro Histórico, es una erogación que agrava las cosas, reconoció un burócrata que se encuentra en esas condiciones.
El labora en la Secretaría de Gobierno y refiere que "buena parte del secretariado y trabajo de apoyo se quedó en palacio, pero tenemos que estar en contacto permanente con las oficinas que se encuentran n la calle Chilpancingo, allá por Río Mayo, se tiene que pagar taxi o en su caso, un vehículo con chofer de la dependencia".
¿Cuanto le cuesta a la Secretaría el uso de esas instalaciones alternas?, se le preguntó, pero dijo desconocer la cifra, aunque consideró que "debe tratarse de una cantidad importante, por la zona en que se encuentra".
El caso es que a decir de dos o tres funcionarios de esa dependencia, a inicios del presente mes se agotó el presupuesto que deberían ejercer durante todo el año, el titular, Oscar Sergio Hernández Benítez se ha visto precisado a recurrir a la solicitud de fondos a instancias de Gobierno competentes en la materia para poder mantener en buen funcionamiento la responsabilidad a su cargo.
Pero por encima de este sobre ejercicio presupuestal, particularmente en la Secretaría de Gobierno, ¿que fue lo que llevó a algunos funcionarios a abandonar el edificio sede oficial del Poder Ejecutivo?, la búsqueda de condiciones más seguras en el desarrollo de sus actividades.
El argumento de algunos de ellos es en el sentido de que el edificio del centro es ya de alto riesgo, con suma facilidad puede ser bloqueado por grupos sociales o movimientos de inconformes, como ocurrió durante el conflicto magisterial.
Buscan estar fuera del alcance de ese tipo de expresiones populares y se decidió tomar distancia, aunque esto va directamente en detrimento del uso de los recursos públicos.
Bueno, meses después de todo aquel escándalo de los maestros, se esgrimió la posibilidad de ir transformando Palacio de Gobierno en un museo y hasta se empezaron a descentralizar secretarías, una de ellas fue la de la Comisión Estatal del Agua y el Medio Ambiente (CEAMA) que funciona desde hace mucho por la avenida Plan de Ayala.
Al final el espacio fue capitalizado por la recientemente creada Secretaría del Trabajo y Productividad, pero el proyecto era ir desalojando sobre todo, el segundo piso.
Hay una sub utilización del 30 o 40 por ciento de los espacios de Palacio de Gobierno, durante la semana, solo dos o tres, de los seis o siete miembros del gabinete que tienen ahí sus oficinas, hacen presencia, los demás lo hacen esporádicamente, acaso cuatro o cinco días al mes.
El mismo despacho del Poder Ejecutivo está abandonado, solo hay personal de guardia para recibir correspondencia que es remitida a Casa Morelos que es donde se da la absoluta mayoría de las audiencias.
Pero lo preocupante es que las finanzas públicas se le agotan a algunos servidores públicos que además, dependen casi en absoluto del dinero para poder ir resolviendo reclamos, conflictos, peticiones.
Claro, tampoco ese temprano agotamiento presupuestal es derivado de la renta de espacios alternos. La Secretaría de Gobierno es la responsable de la política interna de la administración pública estatal y a pesar de que no hay pruebas fehacientes, algunos de los problemas con grupos sociales , organizados, solo se combaten mediante "negociaciones" económicas, incluso el trato con los partidos o el Poder Legislativo se basa mucho en ese tipo de "convenios" no escritos.
Sin embargo, es pues un desperdicio que mientras la mayoría de los días de la semana ese enorme edificio que normalmente debe ser sede de siete u ocho dependencias, luzca solo y abandonado, porque buena parte de sus inquilinos despachan en instalaciones rentadas con cargo al erario.