Por lo menos algunos miembros del CDE tricolor sostienen que en el tema relacionado con morelenses en Veracruz hace más de un año, es Acción Nacional y personajes de la administración estatal los que vienen calentando el ambiente en busca de debilitar la creciente figura del edil de Cuernavaca.
Apoyándose en ello en algunos medios locales que no han logrado satisfacer sus demandas económicas por la vía de la publicidad de parte del Gobierno municipal, por ser muy elevadas.
Tenemos entendido que el CDE del PRI prepara ya incluso una rueda de prensa en la que fijará su posición ante lo anterior y exigirá a los actores involucrados detrás de todo esto, detener la andanada de golpes bajos.
Es decir, tiran la piedra y esconcen la mano, el clásico juego desarrollado sigilosamente a trasmano para no enfrentar la reacción directa, sin embargo, los priistas dicen tener todos los elementos para demostrar que son ellos los que azuzan la controversia.
La carrera por la gubernatura del año entrante preocupa sobre todo al panismo, no tienen definidas las estrategias electorales y las tendencias les indican que MMG en este momento puntea las preferencias, y hay que intentar bajarlo a como dé lugar.
Incluso, explicaba un dirigente priista, se distorsionó una declaración vertida por el coordinador de la fracción del PRI en el Congreso local, Omar Guerra, quien señaló que en el CDE de Cuernavaca no había presidente, sino encargado.
Se le atribuyó que estaba desconociendo al dirigente, cuando lo que dijo fue verdad, el que funge como tal es sólo encargado de despacho, faltaría formalizarlo como presidente, eso es todo. Pero el asunto era intentar confrontar a las dos corrientes más fuertes del priismo: la de MMG y la de Amado Orihuela Trejo, otro aspirante a la gubernatura estatal.
Todo lo anterior puede llevar al resurgimiento de otro enfrentamiento entre el priismo y el panismo, incluyendo al Gobierno, luego de que se supone, se había acordado una tregua para no calentar demás los ánimos y permitir a las instituciones continuar trabajando en bien de la colectividad.
Pero los intereses políticos son bastante fuertes, estamos ya muy cerca del proceso electoral y aquellos que se sienten rezagados buscan todos los medios posibles para revertir esas tendencias.
La civilidad y el trato de “caballeros” entre partidos y aspirantes pueden romperse en cualquier momento porque entraremos a una especie de "guerra sin cuartel" en la que -ateniéndonos a las experiencias pasadas-, serán los denuestos, los golpes y la calumnia los elementos a utilizar para desgastar al adversario.
No es para menos. Hay cientos de personajes que en el ejercicio del poder público basan su "modus vivendi" y colgados del presupuesto público, llegan a amasar fortunas en unos cuantos años. A los que menos bien le va, les da para vivir cómodamente durante y después de la representación o cargo que ostentan.
Así que ya imaginará de qué tamaño es la preocupación de muchos, al pensar que a partir de la elección de 2012 se pudieran quedar fuera de las nóminas oficiales, más aún que buena parte de ellos nunca han desarrollado una actividad productiva.
Por eso es que se lanzan con todo y contra todo aquello que se interponga en sus ambiciones e intereses y recurren a lo que sea, en eso no hay contemplaciones, porque se juegan su futuro económico, que es lo que realmente les quita el sueño.
Está muy claro entonces que nos acercamos de nuevo a un largo periodo de lucha política y partidista que de ninguna manera abona en la unidad, el desarrollo y el progreso; por el contrario, buena parte de las actividades gubernamentales se paralizan y el avance del estado se detiene.
La elección se dará en julio del año venidero, pero desde finales del presente comienza el juego al interior de los partidos, por las candidaturas. De ahí nos vamos así todo el 2012, porque luego de las votaciones vienen las quejas y los reclamos de los perdedores y así estaremos terminando el 2012, para esperar algo positivo ya entrado el 2013.