La obra está terminada, sí por lo menos físicamente, no se ha logrado abrir al público por no entregarla a sus beneficiarios, porque hay por ahí algunas diferencias y problemas técnicos con el Congreso local, pero el inmueble está listo.
Tuvimos la oportunidad de hacer un recorrido y mire que se trata de algo interesante, ya se montó una interesante exposición de todo tipo de valores relacionados con la artesanía y hasta algunas manualidades pero mire que de mucha excelencia, la verdad es que nunca esperamos observar tal nivel de productividad, porque todo lo que ahí podrá apreciar, es producto del esfuerzo y talento de artistas, porque es lo menos que se les puede considerar, morelenses o radicados aquí.
Estos son los valores que deben promoverse en una ciudad considerada como turística, porque a decir verdad, por más esfuerzos e incluso inversiones que se hacen para cambiar el rostro a Cuernavaca y en particular al primer cuadro de la ciudad, nunca pasamos de espacios de medio pelo, discotecas o restaurantes que no ofrecen mucha novedad.
Ha sido una grata impresión, seguramente una muestra de que se pueden hacer las cosas bien, ahora lo que sigue es darle una utilidad a cabalidad, es decir que realmente se instalen ahí quienes tengan el nivel y habilidad para darle realce a un espacio bastante interesante.
Es seguramente una de las acciones destacadas del titular de la Sedeco, Rafael Tamayo Flores, y sí que puede presumirla, porque lo que vimos merece un reconocimiento.
Pero siempre existen inconvenientes y en este caso, en torno al CRIDA ha venido germinando un conflicto, porque quienes pedían de origen ser tomados en cuenta para instalarse, son los comerciantes del mercado de artesanías ubicados a un costado de Palacio de Cortés.
Ellos tienen décadas esperando que las autoridades les doten de un lugar definitivo, donde ya no enfrenten la posibilidad de ser desalojados, pero todo indica que en el CRIDA no están incluidos, porque es para creadores.
En el recinto Legislativo es donde está atorada la entrega a inauguración, porque se alega que se cometieron algunas inconsistencias y que incluso el presupuesto aprobado este año no está sustentado.
Puede ser, pero en verdad propios y visitantes tendrán la oportunidad de constatar que en Morelos sí hay manos expertas para la creatividad y mire que esta proviene de muchos rincones morelenses, sobre todo de provincia, donde no todo es actividad agropecuaria.
Tampoco vamos a decir que se trata de un caso de otro mundo, simplemente en medio de una pobreza casi extrema en lo que tiene que ver con los atractivos turísticos en la entidad, como que representa la diferencia, no todo es discotecas o balnearios, que cumplen su función en este rol, se requiere promoción de la cultura y las tradiciones de un pueblo con una gran historia y en mucho ahí se refleja.
Lo peor que puede ocurrir es que esta obra sea llevada al terreno político entre diversos grupos sociales o incluso poderes, lo más conveniente es explotarla para bien de todos.
Además, la ubicación es ideal, a unos metros de Palacio de Gobierno, o de la Catedral metropolitana, en el corazón de la ciudad, que es el punto de mayor concentración de morelenses o de quienes gustan frecuentar la ciudad de la eterna primavera.
Con un esfuerzo continuado entre autoridades estatales y municipales, algunas aportaciones federales vía desarrollo económico, el Centro Histórico ofrece algunas mejoras.
Punto crítico ha sido la pequeña parte del Jardín Juárez, en torno al kiosco, un espacio siempre sucio porque en años ha sido hábitat de fauna que ocasiona desaseo, pero ya se aplica una remodelación que ojalá sea la esperada, o por lo menos que justifique la inversión para darle más atracción a todo lo que es el centro de Cuernavaca, que acaso merecía de un vistazo a Palacio de Gobierno y alguna visita a Palacio de Cortés, fuera de ello no había mucho más a donde ir, en el caso de los turistas.