Bajo el argumento de que se trata de fondos de la federación que estaban destinados a desastres y que por no utilizarse se orientaron al apoyo de familias de bajos recursos, esta organización con oficinas en una zona residencial de la capital estatal ha logrado atraer el interés de más de mil personas de todos los niveles.

Y lo de siempre, para poder tener derecho a los "beneficios" que se ofrecen, hay que entrarle con cooperaciones que pueden iniciar con los tres mil pesos, pero acabar hasta con los diez mil.

Platicamos con algunos de los "afiliados", de quienes nos reservamos los nombres por razones obvias, y uno de ellos tiene ***cuatro años en el "negocio", ha aportado más o menos 200 mil pesos y desde que ingresó le dijeron que estaría recibiendo periódicamente cantidades que superan el millón de pesos. Lo extraño es que así se la han llevado y nunca le han hecho efectivo el beneficio en esos ***dos años.

Otro dijo tener sólo un año "colaborando" y con una aportación estimada en 100 mil pesos. Él menciona que "conozco muchos de los compañeros, porque nos invitan a reuniones constantes en las que se nos pide las cooperaciones con el garlito de que ‘ya les vamos a liberar los pagarés’, y a nadie le han dado un peso. Por eso, es que esto nos huele muy mal".

Más aún, reveló que tras las dudas comenzó a meterse a Internet y descubrió que ya en otras entidades del país se han interpuesto demandas por presunto fraude. Bueno, abundó, a través de las redes me di cuenta que un alto ejecutivo de "Pro Vivienda", que es lo mismo, de apellido Barroso, ya hasta estuvo en prisión y salió luego de haber retribuido a los denunciantes su dinero y obtenido su perdón.

El caso es que un número considerable de "socios" ya comenzó a negarse a seguir dando dinero mientras no le hagan la primera entrega. Por lo menos y ante las presiones, a uno de ellos le entregaron una orden de pago por diez millones de pesos, documento vigente durante un término de 180 días, pero nunca especifica dónde puede cobrarlo. Así que da lo mismo.

Incluso, viene aparentemente --porque se especula que pudiera ser alguien con sobrenombre-- firmado por el presidente de Moradigna en el estado, Eliseo Calderón Rosendo.

La orden de pago se la entregaron a muchos el 20 de abril; tienen como plazo para hacerla efectiva hasta mediados de octubre, pero quien tiene que autorizarla es precisamente el “presidente Eliseo”, y ahí ha estado lo difícil. Simplemente nunca se ha logrado establecer un acuerdo con él y cuando se hizo finalmente, los citó para cobrar en Monterrey; cómo pudieron, llegaron al lugar de la cita pero hubo un pretexto o causa que impidió a los responsables de los pagos llegar y se regresaron con un palmo de narices. De eso hace meses y siguen las mismas estrategias.

Se les insiste en que "ya estamos a punto de liberar los recursos, lo que pasa es que vienen del extranjero y los trámites no han salido, pero sigan cooperando, porque cuando se dé, en lugar de recibir diez millones serán 15 o 20", y ya ve la ilusión de los mexicanos.

No obstante, desde el momento en que se ofrece la entrega de 80 millones de pesos como monto general para cada uno de los participantes, se antoja que aquello es irreal. Vamos, en ningún lugar del mundo hay quien ofrezca tanta ganancia o regale tal dinero, y de ahí les comenzó la duda.

Un abogado que fue consultado sobre el tema recordó otros mega fraudes que conoció de cerca más o menos con la misma presentación y aconsejó iniciar las denuncias, aunque advirtió que quienes firman documentos como las órdenes de pago pueden ser sobrenombres, además de que a cada uno de los miembros lo hicieron firmar un documento donde se compromete a no hacer ninguna denuncia, penal, civil o mercantil. Así que parece que los tienen agarrados por todos lados. Otros nombres que aparecen en la comisión del "Comité de Entrega" son Patricia Soto y Raúl Cervantes y hasta se da el número de escritura de Moradigna, es el 75563, y de fideicomiso, 56325896635652, y autorización "de las instituciones" con el número 764839384, ¿cuál institución? No obstante, se insiste en que todo pudiera ser ficticio. Lo mejor es que se investigue.